El mundo está lleno de gente mala, pero mala de eso que dices: ¡Halaaaa! ¡Qué mala persona que es!
Por ejemplo, Emeterio Chamorro era un lumpen de lo peor que había. En los años 70 fue el introductor de las chuches rancias y mierder en el revoltijo de Reyes, que hay que ser cabrón nivel tallar con navaja «ijoputa cavron» en el buzón del vecino. Que ya, de tallar buzones, hazlo sin faltas de ortodoncia.
Emeterio, un día que tenía la úlcera de estómago como una reyerta de ñus y además le picaba la cara anteroposterior del escroto, cosa muy inoportuna cuando tienes los brazos cortos, decidió consagrar su vida al desarrollo de chuches de mierda, con gran éxito de crítica y público.
Lo primero que hizo fue desarrollar las bolitas de anís, que eso es un crimen contra la humanidad. Hasta que se enteró de que el ratón de Susanita se las comía a puñaos después de ponerse como un cerdo de porros y turrón, como si fueran palomitas, cosa que le molestó muchísimo. Emeterio era de mucho molestarse.
Y el ratón de Susanita está claro que era un degenerao y un cretino, que pudiendo comer cables y cosas normales de ratón, llevaba esa dieta absurder. Lo que pasa es que lo disimulaba yendo al cine, al júrgol y al teatro. Como para tapar la vida de mierda que llevaba. Los vecinos decían: “Jo, parecía un ratón normal. Siempre saludaba…”
Fue entonces cuando Emeterio desarrolló las bolitas de anís esas que tienen como pinchos, que eso es una cosa de violencia gratuita y de ser gentuza. Es como el que inventó la bala explosiva, que se conoce que el muy cabrón pensó que la bala igual era poca cosa, y que era mucho más mejor que además explotara, no fuera a ser.
-La víctima presenta orificio de entrada, explotío tocho junto al bazo y luego ya, un orificio de salida muy apañao.
-¿A que soy un crás?
-Sí, pero la próxima vez que inventes la bala explosiva, ten la bondad de probarla en los webos de tu padre, que esto duele.
Como aún le parecía poco, llevó más allá su villanía inventando la bolita de anís con pinchos 2.0. Era una bolita igual que las otras, pero de color naranja como queriendo hacer ver que eran de naranja, pero no. Eran de anís también. Esto lo cuenta Piqueras en el Telediario y no tiene adjetivos bastantes pa dar la noticia.
-¡Espeluznante!, ¡Apocalíptico! ¡Firusdonfonciante!… eeeh… estoooo… ¡BUAAAAAAAAA!
En 1978, Emeterio fue nominado al Premio Nobel de las ciencias malignas por el desarrollo de la bolita de anís con pinchos de color naranja pero que sabe a anís, con nivel de dureza 14 en la escala de Mohs.
Aquello cortaba diamantes de 200 kilates y vigas de acero gordas con la chorra sin despeinarse. Lamentablemente no se lo dieron por cabrón y por hacer bolitas de anís. El premio fue a parar finalmente al estilista de los Bee Gees por su outfit de traje papel albal con pata elefante con la cazadorica desabrochá enseñando el pelamen desde la pechera hasta la cepa’l ombligo. Un premio merecidísimo.
A raíz de aquella decepción, porque ya se había comprado el frac y todo en Galerías Preciados, que de aquella era lo más top, Emeterio juró vengarse del mundo de la forma más horrible que cabe imaginar: decidió que no se iba a morir ni nada. Que ya hay que ser.
Su meteórica carrera alcanzó un nuevo hito al introducir en el revoltijo caramelos repulsivos de esos de sabores que por fuera ponen un dibujo de una fruta para que sepas a qué fruta en particular se supone que te tiene que saber.
Algunos ponían ya directamente en letras tochas:
“FRESA”.
Por dar alguna pista. Lo malo es que además tenían por dentro una cosa blanda, que la debían hacer con los descartes del banco de semen porque si no, no se explica. Además no se les podía quitar el papelillo porque estaba pegao con láser. Que la chavalada de mi generación tuvo que desarrollar novedosas técnicas para solventar el problema metiéndose el caramelo sabor fresa garrapiñada en el morramen con papel y todo. En un ratillo ya se despegaba el papel, que había que escupir así:
-¡GRPTFÚA!
Y entonces el caramelo, que era más pegajoso que Alex Ubago abrazándose a sí mismo, se te quedaba empotrao en la castañuela obligándote a morderlo. Que ahí la cagabas con vistas al parque, porque se desparramaba lo blandurrio de dentro. Así rollo babosa poco hecha.
Como demostración de que eso de “a peor ya no podemos ir” es una estupidez calidad extra, Emeterio descubrió que el envoltorio de plastiquete de los caramelos sabía como el orto. Porque la gente mala malota es de mucho investigar las mil y una formas de joder a la humanidad.
Aprovechar el sabor de mierda del plastiquete de los caramelos, planteaba un reto técnico nivel “mear dentro de la taza”. Pero Emeterio se las sabía todas.
Descubrió que para transferir el sabor al resto del revoltijo, era preciso contar con un nuevo elemento de textura porosa. Y va el muy cabrón y descubre tres: la rosquilla de anís pasá de fecha, las galleticas esas pequeñas de pedernal con forma de teta y el carbón de mentira.
En origen, estos tres elementos saben a rosquilla de anís pasá de fecha, a galletica pequeña de pedernal con forma de teta y a carbón de mentira. Pero eso lo metes a macerar una noche con el resto del revoltijo dentro de una bolsa de plástico bien atá, y ¡Voilá! Sabe a polipropileno, a tinta tóxica y a una puta mierda todo. Y todos tan contentos.
Emeterio tuvo una larga carrera profesional, que aún continúa con grandes éxitos como el pack de yogures indivisible que de los ocho cuatro son de coco, o la caja bombones que no te avisa de que los hay de licor. A Forrest Gump se conoce que no le tocó ninguno de esos, porque en lugar de irse a hacer el pijo pescando gambas o a correr p’a ná, se hubiera o hubiese quitao de hacer de tontico y se habría o habriese sacao una oposición a notarías. Los notarios conocen el poder de los bombones de licor, los muy jodíos.
Y hablando de cosas absurdas y eso, hoy llega el capítulo 30 de Borja y Sandra Mary. Que a pesar de que en números a la romana se escribe “XXX”, no salen tetas ni perendengues. Que me parecía una cosa muy curiosa hacerlo cuadrar con el año nuevo como queriendo simbolizar que no me dio la gana de escribirlo antes. Eso sí: es el capítulo más largo de todos. Yo aviso para que no digáis que soy mala gente.
Y hablando de ser mala gente, dejo el enlace al primer capítulo por si alguien quiere empezar la historia desde el principio propiamente dicho:
Al final de cada capítulo hay un enlace al siguiente, y todo eso que ya se sabe…
He aquí pues el capítulo 30, y que este nuevo año sea algo más decente en pudiendo ser, y que los Reyes Magos se estiren un poco. Que si no, luego vienen los esguinces y los escamochamientos de lomo por no haber estirao antes.
¡Sonso tía! ¡Ay, que no sé por dónde empezar! Me pasa como a un cuñao con un jamón: que tampoco sabe por dónde empezar. Estas navidades han sido tremending topic que te cagas por las Hunter abajo . ¡No hemos parado! Como un cuñao en la cena de Nochebuena, que tampoco sabe cuándo parar.
Aquí pasa como en las Fallas, que se tiran todo el año ahí entrenando haciendo las figuritas, los ninots, los calorets, la crítica social, y esas cosas que llevan las Fallas, tía. Y cuando llega la primavera lo queman todo, porque las fallas si no se queman es como si les faltara algo.
Pues aquí igual, pero con las comidas. Básicamente de Enero a noviembre es la época de farturas, que es como llaman aquí a comer normal. Y luego ya en diciembre es la época de la trombosis, que como están tan contentos por no haber reventado antes, lo celebran comiendo como cerdos . La crítica social aquí se hace después de comer. Mientras se bebe y se ciscan en el santoral y todo eso. Se calcula que en cada sobremesa asturiana se arregla el mundo una media de catorce veces sin IVA.
Pero este año nos hemos adelantado ¡Jijijijijijiji! Y nos hemos ido a hacer un poquito de ejercicio antes de empezar a comer como cerdos para bajar los kilos que vamos a coger. Porque el orden de factores no altera la fartura #¿AQueNoLaAlteraTía?
Total, que a Borja le recomendaron una ruta muy bonita, que la han instalado como en un desfiladero que pasa un río por abajo . Aquí son mucho de instalar rutas en los desfiladeros y de ponerles ríos por abajo. Bueno, también son mucho de instalar rutas con bares y sitios de comer por los lados. A algunos bares hasta les ponen otro bar dentro, y dentro del bar un sitio para comer como cerdos #TíaEstánObsesionados. Vaya, que aquí mayormente a las rutas les ponen cosas por abajo o por los lados. No es como los vestidos de novia de traficante armenio, que esos llevan cosas por abajo, por arriba y por los lados.
¡Tía, qué bonita es la Ruta del Alba! Es una ruta que está en un concejo que se llama Sobrescobio, porque aquí a los concejos les ponen nombres como inventados: Yernes y Tameza, Ortega y Gasset, Bimenes, Trimenes, Tetramenes, ¡COLUNGA DEGAÑA! -que en dialecto Murumba quiere decir “A los misioneros les falta sal”. #YTodoEnEsePlan #SonsoTía.
Lo que me pareció de lo peor, es que te venden aquello como el “Parque Natural de Redes”, que un trocito es de Sobrescobio y otro de un concejo que se llama Caso, que es donde están las plantaciones del konocido Kesu Kasín, ke komo sabes es un keso kasero ke kultivan en Kaso #KonsoTía. Pero yo creo que tenían el recibo sin pagar o algo, porque no funcionaba ni Facebook ni Instagram ni ninguna red. Voy a poner una keja al Departamento de Redes . ¡Ay, pero bonito es un rato!
Total, que nos fuimos a hacer la Ruta del Alba a lo súper aventurero. ¡Como la chusma! Bueno, yo fui sin depilar ni nada. No te digo más . Como eso ya es la Asturias profunda, Borja se llevó la navaja multiusos de desollar caribús, el Kit de Supervivencia Viril de la Señorita Pepis, y el machete Coronel Tapioca de ir por la selva #PorSiAcasoTía.
El machete se lo quitó la Guardia Civil en un control rutinario de incautación de machetes Coronel Tapioca de andar por la selva #NosTienenManíaTía . Uno de los guardias civiles nos conoció y todo porque ya nos había atendido el día que nos empotramos en Pajares, nada más llegar. ¡Qué majo tía! Dice que con los puntos que tenemos acumulados, la próxima vez nos regalan un juego de sartenes . Eso sí: la navaja de desollar caribús no se la encontraron porque la llevaba atada al tobillo. #MuchaPolicía #PocaDiversiónTía
La ruta es una divinidad tía #AyQueMeLaComo . Tiene muchas cascadas y cataratitas y todo eso #ComoElHucaCuandoLlueve. La verdad es que fue todo súper bien, sin ningún percance ni nada. Y además fuimos los ganadores porque llegamos los primeros, tía #Sonso .
Todos los demás senderistas iban detrás de mí haciendo “¡Gñgñgñgñgñg! ¡Jujujujuju!» , y sus mujeres agrediéndoles todo el rato a los pobres, dándoles tochas y eso #QuéOpresorasTía . Al terminar la ruta y dar la vuelta, me miraban todas fatala, porque no saben perder #Chusma. Pero una señora me dijo algo así como:
-¡Alai konthola braghona laire! ¡Serago Tsona!
Debía de ser del este. Rusa, rumana, o de Llanes o de por ahí.
Imagino que me estaría felicitando la navidad o algo, así que le dije “¡Serago Tsona, señora! ¡Y para toda su familia, Serago Tsona también!”. Y le pareció fatal, tía #QuéMalLePareció #SeráFata
De verdad, a partir de ahora voy a repetir y pienso ir a todas las excursiones de minifalda, que te da como una libertad y una cosa de lo más cuqui . ¡Es como que sientes el aire a flor de piel!
Luego nos fuimos a un pueblo que queda cerca, que se llama Rioseco y es donde va a desaguar el río de la Ruta del Alba, que se les junta todo allí en un pantano y por eso nunca sufren la pertinaz sequía ni nada #NoLaSufrenTía. Pero el pueblo se llama Rioseco, porque aquí son de poner nombres que no pegan nada.
En cualquier sitio normal tienen, por ejemplo, un pueblo que era nuevo y vivía uno que se cambiaba de compañía de la luz para ahorrar. Pues “Villanueva del Pardillo”. O había dos rubias monísimas en el siglo XII. Pues “Parderrubias”. O una señora que tenía mucho pecho: “Pardeberzas de la Condesa”. O un heroico caballero que no se lavaba nunca la sobaquera: pues “Guarromán”. Y asunto resuelto. Pero no. Aquí, cuando hacen un pueblo se asoma el alcalde al balcón y dice:
-¡EEEEEEEEEEEH! ¡A ver, faltosos! ¡Anda-y p’acá, gunmimadre! ¿Qué tenemos aquí en abundancia?
-¡Manzanes! ¡Gochos! ¡Vaques! ¡Y praos!
-¡Pues arreglao! Le ponemos al pueblo “La Cagallona”
-¡AÚ, AÚ, AÚ!
Total, que estábamos paseando por el barrio financiero de Rioseco, y de repente se oye como música. Pero no música de
esa de aquí rollo:
(uoooooooooooooo…. Tiiiiiiii tiririririiiiiiiiiii…. Plom toco plom plom toco plom…)
Baxó la neña a la fonteeee
A da-y de beber al xaaatuuuu
Resbaló al cruzar la pooonte
¡Y estampoooose en medio’l ratuuuu…!
¡Eeeeeeeeeeeeh!
(Plom toco plom… plom toco plom… plom. ¡Plom plom!)
¡Tía que fuerte! Resulta que hay un restaurante que está decorado súper cuqui y tiene terracita, y había unos señores con melena tocando en directo, que tenían pinta como de músicos #AsíComoLúmpenes Y un montón de gente bohemia y artistas y de todo tomando el cuquiVermouth ¡Ay tía, mi primer restaurante de cuquichusma!
En lugar de llamarse “Casa Tante”, o “Bar-Restaurán El Fañagüetu”, se llama “La Marquesina del Alba”, que le pega mucho tía. Te tengo que llevar cuando vuelvas a Asturias. ¡Ay, el sitio no puede ser más bonito! Bueno, si tuviera al lado una tienda de Gucci, sí.
Tía, tienen unas sardinas marinadas caseras y una pasta fresca rellena de calabaza y avellanas que te cagas. Borja se comió la mitad de lo mío, unes cebolles rellenes de carrilleres, cecina, croquetas de cabrales y manzana, y una hamburguesa casera de venado que le encantó. La Marc-quesina tía. De postre se pidió otra. Y el señor de melena me dedicó una canción y todo ¡Ay, qué mono! . ¡Tía, volvemos seguro! A ver si la próxima vez en el Parque de Redes funciona el Facebook y el Instagram.
Este año no han podido venir papá y mamá a cenar en Nochebuena porque a papá le están reparando el monóculo y las piezas vienen de Alemania. Bueno, eso me ha contado mamá… Lo que pasa es que creo que no quiere venir porque sólo tenemos dos cuartos de baño y a ella esas cosas de jipis no le gustan nada. Total, que los padres de Emilio nos invitaron a cenar en su pueblo. ¡Hemos vuelto a Tineo, tía! #GüeiNina
Así de mano nos costó un poco llegar porque el ordenador de a bordo del mini se negaba a pasar por la caleya internacional que sube al pueblo . Se conoce que lo tenía guardado en la memoria RAM o algo. Pero un señor mayor con gafas de culo de garrafa que subía a toda leche con un tractor pascualín verde amarillo y rojo, nos empujó sin problema hasta arriba . Que resulta que es que no nos había visto porque tenía cataratas. Y el señor pisando a fondo el acelerador del pascualín porque le parecía que aquello no tiraba:
– petpetpetpetpet.. ¡Gundios negroooooo! ¡Anda p’arriba nin! ¡Güeeeeey, más gorda nun la ví! ¡PETPETPETPETPETPETPETPETPET…..!
Cuando llegamos arriba del todo el señor fue a meter el tractor en boxes, pero como llevaba el mini incrustado delante, pues no le cabía.
-¡Güeeeeey! ¡Nun entra! ¡Mi alma si nun medróu el trator! ¡MARUJAAAA, QUE NUN ENTRAAA! ¡GUNDIOS NEGROOOOOO! (¡PETPETPETPETPETPETPETPETPET…..! )
Luego ya se dio cuenta y por no mover el tractor cogió un cesto típico de allí, que es un maniego, y metió el mini dentro.
-¡Aiiiin! ¡Aiiiiiin! ¡¡¡¡AAAAAAAINNNNNN!
Y lo sacó del box del pascualín a hombros . El ordenador de a bordo acojonado, que no se atrevía a decir una palabra tía .
-Entóoooos… ¿El volquete este, que lo compraron por fascículos ¿Eh? La outra mitad danla en la segunda entrega ¿Eh? ¡Hala, alegrándome!
#SeAlegrabaTía #HalaAlegrándose. Llegamos a casa de los padres de Emilio a las ocho, y empezaron los rituales típicos de la zona:
-¡Coño! ¿Entós vinísteis?
-¡Güeeeeey! ¡Qué guapos tan! ¿Engordásteis algo eh?
-¡Coño! ¿Entós vinísteis?
Y la abuela:
-¡Güeeeeey, ven que ti garro los papos! ¡Ayyyyyyy qué neno más guapo ya más capaz!
-¡Tomay algo!
-¡Coño! ¿Entós vinísteis?
-Seique tareis esfamiaos ¿Eh? ¡FALÍN, GARRA UNOS CHORIZOS YA ALGO DE TOUCÍN DEL HÓRREO!
-¡Tomay algo!
-¡Güeeeeey! ¡Qué gordos tan! ¿Enguapecisteis algo eh?
-¡Hala pasay ya tomáis un pouco café con toucín!
Y el hermano de Emilio. El de las manos tamaño DIN A3:
-¡Coño Borja! ¿Entós vinisteis? (Palmada en la espalda. Borja catapultado hasta el hórreo)
-¡Tomay algo! ¿Querréis algo de flan pa mojar con el toucín, eh?
-¡Güeeeeey! ¡Qué entocinaos tan! ¿Enchorizasteis algo eh?
-¡Ayyyyyyyy! ¡Que ti garro los papos! (derrame facial severo)
-¡Home nina! ¡Tas como una xiblata! ¡Pasa ya come algo
curioso! (Palmada de la madre de Emilio. Arrastrando los catorce metros de escaño de la cocina. Agradecidaaa.. emocionadaaaa….)
-¡Coño! ¿Entós tomáis algo?
-¡Coño! ¿Entós algáis tomo?
A eso de las diez y media terminaron las presentaciones y el tomar algo, y nos pusimos a cenar hasta las dos y media pasadas
-¡Güei! ¡Ya nun llegamos a la misa’l gallo ninos!
-Pues entós tomamos algo. ¡FALÍN, GARRA UNOS CHORIZOS GARRAPIÑAOS DEL HÓRREO!
Y luego ya cantamos villancicos tradicionales de la zona:
Reeeecogiido, túuuuu rebaaaaño.
¡Aaaaanda veeen, ya tooooma aaaalgo!
¡Muñalén! ¡Campanas de Muñalén…
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Veeeeinticinco de diciembre ¡Güeeey, güeeey nin!
Veeeeinticinco de diciembre ¡Güeeey, güeeey nin!
¡Ven pácá ya toma algo, saca el chosco ya el toucíiiin!
¡Ven que ti gaaarro los papooos! ¡Güeeey, güeeey nin!
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Laaaaa virgen vaaaaya fartuuuu-uraaaa
Seeeique quedáaaasteis con fa-a-a-a méeeee
Looos cachopooos son de chooooo-oscóoooo
¡Coooño! ¿Entó-ooos viníiii-isteis?
¡¡¡Pero mira cooomo cooomen
los gochos en la corteeee…
Pero mira coooomo coooomen
¡¡¡GÜEY NINOS TOMAY ALGOOOOOO!!!
Otro día te cuento más cositas de Tineo, que me ha quedado el capítulo súper largo tía. ¡Besitos de Borja y Sandra Mary!