¿Por qué los santones de la India son de la India, y no podrían ser asturianos en ningún caso?

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Como decíamos hace quince días o así en la primera parte de este fascinante documental, que se puede leer aquí, existen poderosas razones por las que los santones de la India son de la India y no podrían ser asturianos de ninguna de las maneras. Esto es una cosa que está estudiada y avalada científicamente por infinidad de carteles del Facebook y memes del güasap. Y además se anuncia en TV, en la sexta, en la cuatro, la uno, la dos, la trece, la cinco, y la tres (¡BINGO!) que es una prueba irrefutable de veracidad.

En primer lugar, un santón que mole, se tiene que llamar en plan Käalastraavanndha Marhaweesi. Los de aquí serían más rollo «Mino Paniceres» «Pacón de la Maniega» «Lulo la Chata», y así. Ejemplo:

-He ido a visitar al santón Lulo la Chata

-¿y qué te ha dicho?

-Que si vuelvo dir tocar los cojones a la hora la siesta, garra’l hachu que me abrasa.

¿Veis? No cuadra. Son costumbres que tenemos aquí y hay que respetarlas porque si non, abrásente col hachu que nun resuelve esi puzzle ni Colombo. Como curiosidad, los ingleses al puzzle lo llaman «páhsel». No se puede ser más pervertido. No es como aquí, que se escribe «político profesional» pero se pronuncia «gensantísima, tenéis las gónadas de platino macizo».

Pero no es solo una cuestión de nombres ¡No, home no! Luego ya viene la parte culinaria: a un santón de la India de los buenos, le llevas un cuenco de arroz blanco con un poco pación, y te alinea los chacras, la dirección, te revisa la carburación, te cambia las zapatas de freno y te pone un collarín de floriquines muy guapo mientras recita el mantra «Hawaarti Mumbai Saharänwhasta», que en dialecto parsi significa «Atiende qué collarucu flores más guapín, que paez que fuiste a les piragües».

Pero si subieras a la cuevuca del santón Mino Paniceres con el mismo cuenquín de arroz blanco con pación en plan ofrenda, de la primera hostia que te da, te centrifuga los Bosones de Higgs y se te mueven todos los empastes dos muelas más allá. Tú piensa que la ofrenda mínima para un santón asturiano no te iba a salir por menos de cien euros, sidras y cubaslibres aparte. Y así, todas las veces que lo convides, que a una media de entre ocho y diecinueve convites diarios, ya son cuartos.

Pues con esas perras, coges y vas pa la india a ver cómo son las cuadras, las bolsas de pipas Facundo, los quesitos de La Vaca Sagrada que Ríe, los semáforos y los buzones de correos, que eso con la afición que tienen a pintar todo de colorinos como si fueran diseñadores desquiciaos de Desigual, tiene que ser una cosa muy vistosa. Los cuencos de arroz con pación envasados al vacío para los santones, vienen a ser como los velones pa la Santina de aquí: los encuentras en cualquier supermercao por 2 rupias. Si tienes tarjetina de puntos del Alhymërkati, descuéntente media rupia y te regalan una malla de pathätas Sabrooshönna, cosa muy de agradecer.

El asunto cultural, también cuadra regular para adquirir la condición de santón asturiano, dada la acusada tendencia a las expresiones intensas, el verbo exuberante y directo, y cierto grado de tendencia a la hipérbole. Claro, lo que para un santón del mismo centro de Calcuta sería:

«He aquí que en las esencias del sagrado prāṇa sacia la sed la alondra que habita en el alma de tu verdadero karma reeencarnado mil veces hasta lograr el equilibrio de la sempiterna verdad del ser»

Para el santón Lulo la Chata, la cosa iría más en esta línea:

«¡Gunmimadre, chaval! Bajé a comer a Casa Conchona, que entavía toi repitiendo los donus rellenos de picadillo que pusieren de pinchu. Eso ye por culpa la ensalada lechuga y pata jabalí ¡puta lechuga! ¡Siéntame más mal que Dios! Y eso que el menús de hoy nun yera gran cosa. Na más que hubo cuatro trombosis, dos embolias y una paralís de estógamo. Yo quedé con fame, qué quiés que te diga. Otres veces quedo como una persona mayor dempués de chumar un bidón de tocín, pero hoy no. Podría decise que tuve un infarto, que ye cuando nun quedes farto como tien que ser. ¡Bueno, home, bueno! Entós, ¿qué cojones quiés? ¡A mí nun me faigas perder el tiempo con pijaes, ¿eh?»

El tema consejos espirituales, aquí iba a ser mucho más mundano, porque si algo tenemos los asturianos es que se nos entiende como Dios. Por tanto, los romanticimos incomprensibles de los santones de la India iban a perder bastante del asunto poético a cambio, eso sí, de aportar una visión del universo más centrada en lo mundano y lo cotidiano. A modo de somero ejemplo, expondré aquí algunos versículos extraídos de la obra «Voi metete la madreña pol bardial pa dientro que nun te la saquen ni con cesárea» del famoso santón asturiano Lulo la Chata:

Versículo 14:6=2,33

«¡Atiende! pa que el pote tea meyor, hay que comelu al día siguiente o al otru, pa que lo que ye la grasona’l compangu vaya fraguando. El tercer día, entavía puede comese con cuchara. El cuartu, puedes untalu en pan como si fuere manteca, y del quintu pa’lantre dicen que ya se pue comer en tayaes, como si fuere quesu. Pero nun se pudo demostrar científicamente porque nunca un pote duró en ninguna casa de gente decente más de dos días. Nun te fíes del faltosu que diga que-y duró más el tupper de pote».

Versículo 25:4=6,25

«Y dijo el sabio Pin de la Gochona: en verdá voi dicivos que nun se pue andar metiendo el déu na pota l’arroz con leche mientras se ta faciendo. Lo primero, porque quémeste ¡cara piju! Y lo segundo porque vien Telvona y, totalmente contrariada y defraudada ante tal falta de respeto a sus quehaceres culinarios, arremángate una patá na güevada que tas tres meses cantando como Pitingo y mándate a dormir al lavaderu, con la humedá que hay, que nun me esplico cómo pue ser que haiga tanta (nota: si duermes FUERA’l lavaderu, hay menos humedá. Pa la prósima a ver si me acuerdo)»

Versículo 48:5=9,6

«Si un día pola mañana vas arrancar el Pasquali y aquello nun va ni pa su p*ta madre, amenázalu con arrastralo pola caleya dando vueltes de campana. Verás cómo deja de tocar los cojones. Si esto non funcionara porque yes una linda amapola y nun amedrentes ni a les pites, mete el déu na pota l’arroz con leche y eches-y la culpa al trator. Na más que aparezca Telvona pola puerta la cocina, eso arranca, cagonsumadre, como si fuere un caza combate.»

Versículo 2:2=a la prórroga por empate:

«Si quiés conocer a Dios isoflauto, nun fai falta que eches cánticos, ni rezos, ni te bañes en bolas en un regatu como los jipis, ni hosties. Abre el somier de cierre de la finca onde tenga las vacas paciendo porque «alguien las ha dejado abandonadas en el campo y te las llevas a la prote», y conoces a dios cagando hosties. Pero de buen rollo, vidina.»

Huelga decir que el santón Lulo la Chata ejerció como tal durante aproximadamente una semana ante la falta de jipis ociosos que lo visitaran. Actualmente regenta el chigre Bramaputrah tu Madre, sito a las afueras de Pumarín, donde es famoso por su amplia carta ayurvédica de tortos con picadillo al curry. El curry se sirve en una fotografía aparte para aquellos a los que no les gusta el curry, cosa muy del agrado de sus comensales.

Por lo tanto, podemos afirmar sin lugar a dudas que no hay santones asturianos porque no llega pa pagar los autónomos, que es a lo que yo iba desde el principio.