por Isma Álvarez Paz | 02/03/2017 | Otros relatos
-¡Joseph! ¿Por qué te resistes al cambio? ¡Ya no me amas! ¡¿POR QUÉ?!!! -Pero… -¡Deja ya de jugar conmigo! ¡Si ya no sientes nada por mí, compórtate como un adulto y ten la valentía de decirme aquí y ahora que no puedes darme lo que te pido! ¡¡QUE ME LO DIGAS!!...