A ver, haber, aber, aver, haver cómo lo explico (lo pongo en varios idiomas de los que suelo leer por aquí, para captar la atención):

me da que a algunes se os está yendo de las manos lo de copiapegar frases presuntamente motivacionales y profundas de otra gente haciéndolas pasar por propias. Como queriendo dar a entender que lo más cerca que andáis de la propiedad intelectual de algo o de la capacidad de creación, es chupando el pasamamos del Alcampo el tercer jueves de cada mes.

Yo lo digo de buen rollo y como experto en coaching de influridiculing. En serio (encerio, henserio): no lo hagáis, que eso es como toser para intentar disimular el cuesco que os tiráis en el ascensor del Alcampo cuando venís de chupar el pasamanos el tercer jueves de cada mes. Hace que se note más todavía. Recordad aquella frase que también le robásteis a alguien en Instagram y que decía: «el que primero tose en el ascensor, es el dueño del olor».

Porque ya me diréis qué sentido tiene poner una foto vuestra pseudocuqui, que se han visto sueros intravenosos menos filtraos, en un sitio donde sólo lo va a ver gente que OS CONOCE ¿No veis que tenéis vecinos, y otra gente que también vive en vuestra calle y en vuestro concejo, y van al mismo Alcampo y saben cuál es vuestra pinta real?

Y pa arreglarlo lo rematais con un texto chorimangao de cualquier red social, que debéis pensar que eso es la Deep Web y los demás nunca jamás lo encontrarán porque no son jáquers que tienen Gúguel: «…y miró al horizonte con la mirada perdida, entrecerrados los párpados, tratando de atisbar aquello que el tiempo sepultó en el camposanto del olvido». (Ya verás cómo me copiapegan esta parida).

Eso canta de lejos que no es tuyo. Así que ten la picardía de, ya que no citas al autor, al menos añadir al final «Otra vez que me he olvidao las gafas encima la mesa camilla. No veo una mierda».

Hay que esforzarse más. Haerfavó.

Buenos días.