Este es el verdadero Somier Cierrafincas de Todos los Santos. No lo ignores, y tendrás siete años de abundancia. Lástima que pa eso tengas que emigrar. El sagrado somier cierrafincas de Todos los Santos te bendice primero la coyunda con su alegre «ñiqui-ñiqui», envidia de propios y extraños. Y de Serafo el del segundo, que no machihembra desde que Pi y Margall gastaba bombachos y por eso llena su triste vida afeándole a las demás personas los comentarios que hacen en Feisbuk y repartiendo carnés de rojofacha.

Después, los cansados muelles del artefacto terminan sus días guardando tus fincas de las maldades de los domingueros. Ya lo dijo el Dalai Lama: «Amarra curiosu el somier con cuerdina de esa naranja de sujetar les alpaques de yerba, y nun te entran na finca ni los fatos aquellos del Oceans eleven. Lleguen a tener unu cerrando la cámara acorazada del bingu aquel de Les Vegues, y acaben teniendo que dir al Mercadona a mangar Risketos del Hacendado».

Como curiosidad, el Dalai Lama solo cierra sus fincas tibetanas con somieres de lamas, cosa muy lógica y coherente. Son datos de gran interés que nunca se sabe cuándo se pueden necesitar.

Comparte esto con diez amigos, y no es que vaya a pasar na, pero por lo menos le petamos las computadoras al dueño del Feisbuk.

Armandina Cachón no lo compartió, y terminó sus días hiperventilando toda indignada en los comentarios de La Nueva España.

Manolo Gopeda ignoró este mensaje, y desde entonces dice «haver si nos bemos», «senófogo», «Ay haí unu que diz ¡hay!», y «yo pago menos pol seguro del Seat 133 Sport porque toi aseguráu con lo del Matías Pras».

Secundino Pichote pasó de compartir como de la mierda, y ahora es creador digital con más de tres seguidores que le ríen los post con chistes copiapegaos.

Luego no vengáis llorando. Benditos seáis todos en este día del martes.