Lunes tras las vacaciones. 12:30 horas. Sólo 500 llamadas de «tengo una consulta que consultarle». Incluso una de:

-Tengo una consulta que no sé si tendrá que ver: me cuesta mucho orinar ¿Será del Güindous del pis o algo?

-¿Ha reiniciao la vejiga urinaria?

-¿Por quién me toma? Por supuesto que… ¡Hala, pero si me había hecho ya el pis por encima!

-Eso va a ser. Tome mucha agua por vía oral, que eso en un rato ya tiene que bailar pa los laos pa no orinarse otravé.

Y varios «Hola buenas, el computador no me arranca. Debe ser algo de la junta culata». También algún «Mi batidora no bate. Está como abatida.» y «A ver si tiene un cable como este que NO le he traído no sea que valga como muestra. Pero no se preocupe que es como asín. Como si fuera un cable.» y «me voy de vacaciones en una hora y exijo que me arregle esto que lleva un mes escojonao»

Todo correcto. Repito: todo correcto. Si viene el drey campechano a que le adregle algo, ya sedá un día inmejodable.