Hola amiguis. Como experto en moda masculina os traigo unos trucos muy buenos para cuando os veáis en el penoso deber anual de ir a comprar traperío. Y más concretamente, pantalones. Que son muy aburridos porque hay que andar probándoselos. Con lo cansao que es. Una camiseta es fácil porque te la pones por encima de la pechera con percha y todo y no hace falta andar entrando al probador ni nada. Pero los pantalones son lo peor de lo peor.

Lo primero cuando eliges unos pantalones es el asunto de caber dentro con razonable holgura. Luego ya, eliges si lo quieres skinny, regular fit, slim, patatronco, elephant leg, Kawasaki, chimichurri… eso es según las hechuras que tengas en el cuerpo de la persona humana. Por ejemplo, si eres de hechuras tipo botijo NO debes comprarte unos pantalones slim fit total skinny porque te se va la mitad de la sangre a los tobillos y la otra mitad a la cabeza y te puede dar un tantarantán, un apechujque o un explotío de testículo. Y menudo corte si te pasa eso en mitad del Praimark, tía.

Llega la parte más importante: es lo que denomino como «método potro’s». Entras al probador, ves que te caben y tal, y abres la cortinilla para pedirle aprobación a tu partenaire a ver si te da permiso. Y si es que sí, procedes con mi método infalible:

-Potro’s tres como este.

Y así es como se compran los pantalones pa tol año.