Mirad si soy un trabajador dedicado y puntilloso, que hace un par de días soñé que me mandaban a comprar un juego de cuerdas de mandolina, pero resultó que uno de los pares generaba una extraña luz azulada en un punto muy concreto. Serían cuerdas de mandolina LED. Era un sueño, yo qué queréis que os diga.
Pues algo se me debió quedar dando vueltas en el molondro porque esta noche, en otro sueño, cogí la moto a pesar de que en el sueño llovía como si no hubiera un mañana, e iba a la misma musical para proceder al cambio del par de cuerdas que generaban la inquietante luz azulada. Porque las cosas no se pueden dejar a medias, en plan jipi irresponsable. Ya, de ser jipi, sé un jipi de orden.
¡BASTA YA DE DEJAR LOS SUEÑOS MANGA POR HOMBRO, AHÍ CON TODO A MEDIO HACER! ¡VAGOS!
