A lo primero de to, amiguis, muchas gracias por vuestras congratuleishons de cumpleaños. No pude contestar a todas ellas, pero sí que me las leí sin dejarme ni una. Los 51 me han sentao tan bien, que apenas noto diferencia alguna con los 50, más allá de algún achaque leve.

Y para aprovechar la cuartilla, el sello y el sobre de este post, porque aunque no lo parezca está la cosa mu malita, quería comentaros SIETE ideas de negocio en lo que vamos viendo si al final hay apocalipsis o no. También os digo, que hay un claro sesgo porque yo soy clarísimamente más de pincho de tortilla que de apocalipsis porque estos últimos me dan una acidez del copón.

SIETE IDEAS DE NEGOCIO PARA AFRONTAR EL APOCALIPSIS TAN GUAPAMENTE

1.- Montar una tienda de venta de telas con perspectiva de géneros. Concretamente de géneros como la lana del Rey, el algodón Johnson, el lino Morgan, o el poliéster Williams. Este último, totalmente impermeable y muy adecuadito si vas a hacer películas de señoras que hacen acrobacias sincronizadas en la piscina. Yo he visto alguna peli de estas, y vienen a tener la misma solidez argumental que una peli pon-no yugoslava. Pero oye, allá cada cual y cada cuala…

2.-Como lo que viene siendo la chacina se va a poner por las nubes, he hecho sesudos estudios que demuestran que ya no lo van a petar los embutidos curados. Ahora lo que va a partir la pana (qué buen género), son los embutidos sin curar. Lo que vienen siendo los embutidos convalecientes. Ya se sabe que a menos curas, tocan a más parroquias, que se los rifan que es una cosa loca.

3.-En el prao ese que te dejaron en herencia, allá en Taramundi, Cabrales, o cualquier otro concejo de esta nuestra tierra, monta una plantación de cacao de comercio justo. No faltará el listillo que te desanime con cosas como:

-¡Pero si el cacao se da en zonas tropicales!

¡Ñiñiñiñiñi! ¡Gilipillis! ¡Tú, ni caso! Pide una subvención, dejando claro lo del «comercio justo». Pégate la gran vida mientras tanto, y aguarda a que el clima vaya cambiando. En cuestión de pocos años, será fácil que en lugar de la Jota de Cadavedo o el Pericote, bailemos bachata y digamos «¡Voy cagame en tu papito!» «Apúrreme el gadañu, mamasita» o «El mio Xuan mirome, díjome ¡Perrea, perrea!». Tú cuando veas que el traje de llanisca ye de pantalón apretao, es el momento: ya somos tropicales. Lanza tu gama de «Chocolates Pumarín», y pétalo todo comerciando justamente a la buena fin de ganar perres como quien paña gravilla a carretillaos.

4.-organiza cursos de formación de especialistas en sexado de pollos, polles, y posehaquedaobuenatarde: tú vas haciendo encuestas en lo que es la granja, y vas metiendo en el cesto correspondiente: cispitas, heteropollos, transpulardas, gallos no binarios, cismetapavos, y así. Si eso no es diversificar el mercao cárnico, yo ya no sé…

5.-Monta una tienda de plastidecores blancos. Y tu pareja, justo al lao, otra tienda de cartulinas negras. Si tienes algún/a cuñado/a del que te quieras deshacer, sugiérele que monte en el siguiente local una tienda de cartulinas blancas. ¡Que se joda!

6.-Monta una tienda de cosas rollo Mr. Güonderful, pero deprimente. O sea, MÁS deprimente. Tazas con la inscripción «una mierda todo», calendarios con mensajes cuquis («En enero, pues ya ves tú» «Febrero me la pela» «marzo vaya mierda de mes»), agendas de una sola página que ponga ya preimpreso «Total, pa qué», «Ya, si eso, mañana», o «otro día sin aceite de girasol. Freiré los churros con orín de oveja merina». Hay mil y una posibilidades. Verbigracia, camisetas con un escupitajo en la pechera. Que eso lo entiende todo el mundo, en siendo el lapo una cosa tradicional en todo el orbe.

7.-Iba a plantear lo de comprarse una furgo, camperizarla súpercuqui, e ir a tocarse las ingles por el mundo generando ingresos con vídeos vomitivos en Youtube. Pero como la furgo no ande dándole cuerda, o a pedales, con lo que cuesta el gasoil no pasas de Lugones. Na, olvídalo.

Hala, a seguir bien, y el año que viene aquí como clavos pa felicitarme los 52.