Si me hubiera tocado presidir una mesa electoral, y dentro de mi plan para conquistar el mundo, tenía la intención de ir a la pelu, estrenar un pichi nuevo, unas manoletinas de lunares a juego, y llevar 500 surtidos Cuétara. Y a cada votante que viniera, pastita a elegir. Menos a los que me cayeran mal, que les iba a dar la mierda esa de bizcocho reseco que trae. Eso lo han puesto para poder completar el Tetris en la caja, porque si no ya me dirás qué sentido tiene. Y a los que me cayeran regulete, una de esas insulsas y sin alma que no traían ni chocolate ni ganas de vivir, ni nada. O sea, de las que son al Surtido Cuétara lo que Quique a Verano Azul.
Pero una vez más, mis sueños han sido jaqueados por el universo. ¡Cagüen!