Buenos días. Hoy es un jueves buenísimo porque ayer me pidió amigación una presunta señora que tenía como foto de perfil a otra señora de mediana edad abundante, sentada en una mesa con su computadora y todo. Como si diera préstamos o algo.

Esta persona decía llamarse Carmen Cámara Hermandez. No «Hernández» como el gemelo de Fernández, no. «Hermandez». Como «hermandad» pero en inclusivo de Moratalaz.

Naturalmente, con esos antecedentes acepté. Lo que pasó, como debe ser, es que Carmen (Menchu para los amigos estafables), me ofreció por Messenger un préstamo muy bueno y con más garantía que un marcapasos de AliExpress. Os ahorro la captura de pantalla donde ofrece el préstamo porque lo único que mola es que afirmaba que su institución financiera estaba «bien registrada en el registro financiero» de sus webos morenos. Creedme: eran morenos. Lo sé por detalles nimios como que en publicaciones más abajo era todo muy sursajariense. La foto de perfil era una engañifa. Como tantas otras, pero por razones diferentes que no tienen que ver con los filtros.

Lo que pasó después, queda para la posteridad en las capturas de pantalla. Menchu me ignoró a tope.

Una vez más, el amor fue imposible. 😭😭