Me parece muy fatalamente lo poquísimo que se habla de que a Bea le vino el período, que Julia por fin logró vender el cuadro que pintó, y que morrió Chanquete. Con lo que llevan gastao en tanatorio ya habían comprao un apartamento en La Manga. Por no mencionar que a Tito no le hinchan las ruedas de la bici desde el mundial de Naranjito. ¡Insensibles!
La vida se tenía que medir por el número de reposiciones de Verano Azul que lleva uno a las espaldas.
Marcho, que voy a deprimirme un rato