Oye, menos mal que por fin hay Elecciones Generales. Yo es que es pasar más de un trimestre sin ellas, y ya es como si me faltara algo. ¡Ojo, que ahí hay más oportunidades de negocio y creación de empleo, aparte de las evidentes!

Ya lo estoy viendo (música de arpa):

-Oficial ajustador de rajilla de urna electoral ¡Retomemos los oficios tradicionales, adaptados a los nuevos tiempos!

-Redactor creativo de programas electorales ¡Sorprenda a propios y extraños con graciosas promesas nunca vistas y que nunca se verán! (a este me apunto)

-Nada de tener a la población reclusa ociosa: cursos intensivos de croché en todas las cárceles para la elaboración de tapetes para urna. ¡Rompamos la espartana apariencia de las urnas! ¡La democracia también puede ser cuqui y hogareña! ¡Vivan las tradiciones del verdadero hogar español!

-Miembro titular de mesa electoral: ¡Crearemos cuarteles donde se adiestrarán presidentes, vocales y toda la pesca! ¡Basta de peña desganada al frente de las mesas! Y en período no electoral, que sólo son unos pocos meses de nada, ¡A podar setos en forma de polla por las rotondas!

-Poetas y vates censales: A la puerta de cada colegio electoral recitarán a la ciudadanía, en tercetos bien medidos, la mesa que les corresponde:

¡Qué fugaz momento el de Antonio Angulo!
Mesa doce, sección quinta, letra «E».
¡Todo tieso, al fondo a tomar por culo!

Yo lo veo. Se buscan inversores.

 

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