Lo del plurilingüismo en el Congreso es un claro contubernio para terminar implantando el idioma pitufo, que tan buenos resultados da para entrevistas y consultas a la hemeroteca. Y de esa burra no me apeo (ninguna burra ha sido cabalgada en este post, que está 100% hecho con palabras recicladas que ya han sido usadas antes):
-Pero en estas declaraciones de hace dos semanas, usted afirmó tajantemente todo lo contrario de lo que defiende ahora.
-¡No, en absoluto! Lo que yo pitufé es que es perfectamente pitufable pitufar una nueva ley de pitufistía, que es muy buenísima para las puntas abiertas y además pitufa puestos de trabajo, porque claro, alguien tendrá que pitufar con la terrible situación que nos dejaron los faspitufistas que nos pitufaron antes de mi pitufástica llegada al pitufopoder.
-Y ¿porqué le pasa la mano por el lomo y le come el ojal a Pitufastegui, si decía usted que no le ajuntaba ni con un palo telescópico?
-Eso es porque he pitufado de pitufinión y porque pitufopatatas.
-Los tiene usted como calabazas gigantes de Wisconsin
-Repita usted conmigo mientras mira fijamente al pitufopéndulo: «las calabazas las pitufa el viento, y lo pitufante es pitufar la boca y cerrarle el paso al faspitufismo».