Yo antes perdía el norte con frecuencia. Incluso una vez perdí el suroeste y fue muy desagradable andar por ahí con los puntos cardinales desparejaos, que eso es como hacer escalada con micro tanga, ahí con todo el tanga metido por el micro. Una vez incluso anduve con los calcetines desparejaos pero no fue nada desagradable porque los dos eran de esos de algodón con felpilla por dentro, que eso es una cosa muy agradable de llevar, como todo lo que tiene felpilla por dentro.
Ya en el siglo VI, los diseñadores de torturas chinas se dieron cuenta de que meter astillas de madera a martillazos por debajo de las uñas, era una cosa que jodía mucho más si antes le quitaban la felpilla a las astillas de madera. Los muy hijos de puta.
Ahora, los actuales diseñadores de torturas chinas ya no se andan con delicadezas y se dedican a diseñar sin el más mínimo disimulo cosas horribles, tales como cinta adhesiva que no pega una mierda sobre ninguna superficie conocida por el ser humano. Excepto sobre sí misma, que te dispensas malamente un trozo de cinta adhesiva todo roto a causa de la mierda de dispensador que trae, y aquello inmediatamente se autodobla por la mitad pegándose con la otra mitad por la parte que pega, que entonces eso se pega a sí mismo que no es normal. Por eso se llama cinta AUTOadhesiva. Los muy hijos de puta, también.
También hacen bolis que no pintan (pa qué), y juguetes infantiles que emanan gases tóxicos, se incendian y sacan ojos a los infantes, A las infantas no está del todo claro si les sacan algo o qué. En el colmo de la perversión, el hijoputismo y la misantropía, hasta hacen material eléctrico como alargadores y ladrones de esos de conectar 25 cosas a un mismo enchufe para provocar de forma fácil y sencilla tus propios incendios de origen eléctrico. También hacen extintores que conducen perfectamente la electricidad, que por eso los ponen al lao. Y además el rollito de primavera lo rellenan de repollo. Yo creo que nos odian.
Pero a lo que íbamos: ya le decía Mulder el de Expediente X (léase málder), a la agente Scully (léase escali), que «La verdad está ahí fuera». Pero Scully sabía perfectamente que eso era una gilipollez. Como los escurreverduras de dar al rabil, que qué necesidad habrá de andar centrifugando la escarola. ¡Mulder, gilipollas!
La verdad, como todo el mundo sabe, NO está ahí fuera. ¡Qué cojones va a estar! Es una cosa de pura lógica, porque si estuviera ahí fuera te la habrían robao, te cobrarían el IBI o estaría llena de ferruño, de pintadas de mierda, y pegatinas de cerrajeros. Y de cagadas de paloma.
LA VERDAD ESTÁ EN LOS CARTELICOS DE INDIGNARSE DEL FEISBUK Y PUNTO. Que tú ves un cartelico de lo que sea y sabes enseguida que eso está contrastao y es verdad asín te metan astillas de madera sin felpilla por debajo de las uñas.
Los cartelicos de indignarse del Feisbuk molan mucho por las siguientes razones:
1.-Dicen cosas que indignan mucho. Eso indigna la de Dios. ¡MECAGÜEEEEN! ¡AINNNNNNNNNNNNNNNNNNN! ¡QUE ME DA ALGO! ¡DIOOOOOOOOOOOOSSSSSSS! Si no te indignan mucho, tienes que ir a la página de Feisbuk de enfrente a indignarte, porque no estabas en la página que debías ¡Desnortao!
2.-Dan siempre cifras exactas y contrastadas. Por eso jamás citan la fuente de esas cifras, porque los cartelicos de indignarse del Feisbuk vienen ya contrastaos y comprobaos de casa. ¡JOOOOODER!
3.-Dejan claro que todos son unos hijos de puta insolidarios, menos tú, algunos de tus amigos, y tu proctólogo. Este último, por si acaso…
4.-Dejan clarísimo quién es el malo, porque siempre salen con una cara de malo que no pueden con ella, que apetece liarse a hostias con el cartel. ¡Hay que matarlos a todos! ¡Por malos! ¡Hostia ya!
5.-Si un cartelito de indignarse del Feisbuk dice que lo compartas antes de que lo censuren ¡COMPÁRTELO PERO CAGANDO MELODÍAS DE KENNY G! ¡RÁPIDO, IMBÉCIL! ¿A QUÉ ESPERAS? ¡QUE LO VAN A CENSURAR! (lleva circulando desde 1998, pero los Illuminati, o los Gremlins o alguien, lo van a censurar un día de estos) ¿ES QUE NO TE MOLESTAS EN LEER O QUÉ? ¡IGNORANTE!
6.-Jamás, ¡PERO JAMÁS! se te ocurra buscar por Internete para tratar de determinar si hay algo de verdad en el cartelito del Feisbuk que estás a punto de compartir. Buscar información para contrastarla en Google es una cosa reservada sólo a unos pocos elegidos. No es como, por ejemplo, buscar porno, programas piratones o pelis, que eso sí que puedes contrastarlo fetén. Lo sé porque lo leí en un cartel del Feisbuk.
7.-Si el cartelito dice que Fernando José Pustulillas Hernández, con DNI 01287459645564 letra elle, que trabaja en el Bar Fernando’s Pub es un hijo de puta, ¡No dudes en compartirlo y hundirle la vida sin contrastar nada!¡Húndesela! jajajajaja. Con esa cara de hijo de puta que tiene, es imposible que te equivoques, porque estamos hablando de un cartelico del Feisbuk, no de cualquier mierda.
8.-Un cartelico de indignarse del Feisbuk siempre dice la verdad, porque evidentemente pa eso es un cartelico de indignarse del Feisbuk. Si intuyes que no dice la verdad mereces morir por dudar de un cartel de indignarse del Feisbuk, y es probable que acabes saliendo en los carteles de indignarse del Feisbuk. Por cabrón.
9.-Compartir cartelicos de indignarse en Feisbuk es de guapis, y por cada uno que compartas, Feisbuk dona 0.10 céntimos para que no sacrifiquen a los dálmatas del cartelico de Feisbuk que llevan sacrificando desde antes de que se inventara Internete. Que es un cartelico hecho de papiro, pero eso no debe conducirte a sospechas infundadas. ¡Comparte, ajqueroso/a!
10.-Los que no comparten cartelicos de indignarse de Feisbuk deben morir por insolidarios, hijos de puta y cómplices del sistema o de cualquier otra mierda a elegir
Y por esto es, que los cartelicos de indignarse del Feisbuk son una cosa que mola mucho, y por eso ya no pierdo el norte ni llevo desemparejaos los calcetines.
FIN