El pequeño Timmy caminaba por la calle principal de la hermosa ciudad de Pamplinatown, al sur del concejo de Machachuchets, que era un concejo de mucha enjundia. No como el concejo de Güirconchins, que allí eran todos una panda de chotunos y los pocos que no lo eran, por el contrario, eran unos parguelas que no los soportaba ni el bacilo de Koch. Que mira que es un bacilo que soporta lo que le echen. Eso es a los bacilos como el Duralex a las vajillas. Pues ni así. De hecho, había entre los habitantes de Güirconchins un viejo dicho que dejaba a las claras la gentuza que eran y la baja estofa del personal:

«Viva er Güirconchins manque pierda. Su puta madre, ¡Qué malos son!».

Y es que el Güirconchins American Júrgol Clús llevaba sin meter un gol toda la vida. No habían metido uno ni en propia puerta, o como coño se llame el palo ese que tienen mangao en tó lo alto de los campos de júrgol americano. Debe de ser para que no lo roben. Y eso que allí son mucho de dar palos. Los del Güirconchins American Júrgol Clús eran malos de quedar a la altura del cagar, y eso el día que jugaban fetén. Pero esa es otra historia.

Aquella tarde, los habitantes de Pamplinatown apuraban sus últimas compras de Navidad. Los entrañables comercios de la calle principal, que en un alarde de originalidad se llamaba «Calle Principal», estaban atestados de gente a tal punto que a los comerciantes apenas les daba tiempo de vaciar las escupideras entre cliente y cliente ¡Era todo tan encantador! El viejo Winnie y su tienda de casquería de búfalo no binario, el joven Smitty y su comercio de acortadores de pene, el honesto Sparkie y su tienda de coches de segunda mano con el cuentakilómetros trucado y numerosos restos biológicos en la tapicería… Todo era paz, amor, miasmas, escupitajos y aerosoles en aquellos entrañables días. Y por las noches era aún peor.

El pequeño Timmy estaba fascinado por el maravilloso ambiente que reinaba en las calles de su bonito pueblo. En buena medida se debía al elevado nivel de estupefacientes que el chico presentaba en sangre ¡Pero la tienda de estupefacientes del viejo Chucky, con sus escaparates y anaqueles repletos de caramelos con droga era demasiado tentadora! El viejo Chucky había empezado desde cero, regalando caramelos con droga a la puerta de los colegios y se había convertido en el dueño de una cadena de tiendas de caramelos con droga con centros repartidos por todos los concejos del país. Era un traficante hecho a sí mismo.

Fue entonces cuando el pequeño Timmy vio a Jimmy er hioputa y su banda de abusones, que como su propio nombre indica, eran unos abusones. Y Jimmy un verdadero hioputa. A ver si vais a pensar que Jimmy tenía ese mote por ser buen muchacho. Pues no. Lo tenía por ser un hioputa. Porque Jimmy sería un hioputa redomao, sí. Pero ante todo era coherente. Era, además, un hioputa hecho a sí mismo, al igual que su padre, Chucky el traficante. En Pamplinatown el asunto de las familias desestructuradas que no debieran reproducirse pero se reproducían, era bastante común. La densidad media era de 28,3 hioputas por manzana. Una cosa normal y dentro de la media en el concejo de Machachuchets. O eso decía el viejo Estarskyjatch, el Sheriff del concejo. Claro, porque le convenía esa estadística. Pero ¿Quién podía asegurar que la densidad de hipoutas por manzana no fuera de 58,7 o incluso más? Desde que el honorable Ferdinand Saimon había dejado de comparecer en rueda de prensa para dar cifras y estadísticas a boleo, Pamplinatown ya no era lo mismo.

El pequeño Timmy trató de escabullirse por la callejuela que daba al fumadero de Pete el Guarro, pero ya era demasiado tarde. Todos los de la banda de abusones de Jimmy er hioputa tenían presbicia, miopía, hipermetropía y legañas, y por ende una visión de lo más deficiente. Pero justo aquella tarde, Mackie el abusón había robado unas gafas en la óptica del viejo Steviegüonder, y aquello fue la perdición del pequeño Timmy en habiendo dejado de ser deficiente la vista de Mackie el abusón a causa de las gafas del viejo Steviegüonder. Para un comerciante que vendía algo de calidad y que funcionase en aquella puta ciudad, y tenía que ser justo el viejo Steviegüonder y su óptica de calidad suprema.

-¡Vaya, vaya! ¡Mirad lo que tenemos aquí!

-¿Qué tenemos, Mackie? ¡Recuerda que no vemos una mierda, tío!

-¡Ay, es verdad! Perdona Jimmy er Hioputa. No me había dao cuenta

-¡Te libras porque como somos gilipollas no se nos ocurre pedirte las gafas que has robado en la óptica del viejo Steviegüonder! Que si no, te ibas a enterar…

-Sí, ¡Menos mal! ¡Jajajajajaja! ¡Vaya manita de hostias que me ibais a dar! ¡Menos mal que no veis una mierda!

-Algún día veremos una mierda ¡Y le daremos la paliza de su vida al primero que veamos! ¡Jajajajajaja!

-Sí, que ya va siendo hora. Somos catorce abusones, y a nuestros 49 años aún no le hemos medido el lomo a nadie a causa de nuestra considerable discapacidad visual

-De hecho, a nuestros 49 años aún no nos hemos ido de casa de nuestros padres, y somos mocitos que no conocen lo carnal. Que eso ya tiene su delito…

-Yo una vez estuve a punto, pero como no veo una mierda no atiné con la cavidad correcta y quedé con Annie Sparragows como Cagancho en Almagro. Aún me duele la hostia que me dio.

-¡Somos un fracaso! ¡Ni que fuéramos españoles o algo!

-Es que el asunto del curro está malamente. Y entre eso y que como abusones somos más bien unos mantas, así nos luce el pelo…

-¡Hey chicos! ¿Acaso os habéis olvidado de mí? ¿Por qué no me amenazáis ni nada? No me estaréis discriminando, ¿Verdad? ¿Acaso no soy lo bastante bueno como para abusar de mí? A MÍ DISCRIMINACIONES NO ¿EH? ¡ME VIÁ CAGAR EN MI PUTA VIDA YA! ¡AL MINISTERIO DE IGUALACIONES QUE VAIS!

-Joder ¡Cómo se ha puesto el pequeño Timmy!

-¡Ah! ¿Es el pequeño Timmy? Claro, si no fuera por esta discapacidad visual tan acusada que padecemos, lo veríamos ¡Maldita sea! ¿Cuándo inventarán las gafas o algo? ¿CUÁNDO?

-Pues le damos una paliza al pequeño Timmy, y asunto arreglao. Nos estrenamos como abusones y a la misma vez evitamos una sanción del Ministerio de Igualaciones por andar discriminando víctimas a lo tonto.

Por suerte, como no veían una mierda, los abusones de la banda de Jimmy er hioputa se ponían el morro fino entre ellos y se hostiaban que aquello parecía el parlamento de Ucrania. Apenas rozaron al pequeño Timmy. Excepción hecha de Mackie el abusón, que con las gafas Chinchín que había afanado en la óptica del viejo Steviegüonder atinaba a propinarle algunos papirotazos y collejas, pero con muy poco arte. Normal, dada la nula experiencia laboral de Mackie como abusón.

Fue entonces cuando ocurrió. Una estela roja surcó el cielo a enorme velocidad mientras un ensordecedor ruido de cascabeles parecía adueñarse de todo. Ocho renos mágicos surcaban el aire tirando de una oronda figura subida en un trineo rojo con alerones y tubarro de escape escandaloso.

-¡Es Papá Soez! ¡Estoy salvado! ¡Aquí, Papá Soez! ¡Auxíliame! ¡QUE ME AUXILIES YA, JODER!

-Jou, jou, jouuuuuuu ¡Hola, hijueputas! ¡Mascachapas, Rudolf, Comemierdas, Anómalo, Foskito, Kalimotxo, Farlopa, Tirito! ¡Arreeeeeeeeee! ¡Coño! ¡Otra vez que no me frena el trineo. Claro, debe ser porque anda mal de (f)renos ¡Jajajajajaja! ¡Qué ocurrente soy, joder! ¡ARREEEEEEEEE! ¡Ná, que no paran ni pa Dios!

-Pero ¿Cómo que “arre”? ¡Será Soooooooo!

-¡Coño, es verdad! ¡SOOOOOOOOOOO! Ej que vengo un poco mamao de orujo de lo bueno que me han regalao. Bueno, y una uñita que me he metido de postre, y la metanfeta que se conoce que estaba caducada o algo y me ha caído regulín. ¡Menos mal que me he quitao del pegamento! Claro, como ahora te cobran las bolsas eso era una ruina… Por suerte me queda un poquito de basuco y… ¿QUIÉN COJONES ME HA QUITAO LA PAPELINA DE BASUCO? ¡Ah, calla! Que me se había caído en la alfombrilla del trineo, que dicho sea de paso esto tiene más mierda que los bajos de un 127…

-Joer, yo pa mí que en este pueblo igual hemos degenerao más de la cuenta ¿Eh?

-Pos igual sí. Se conoce que se han relajao las costumbres o algo

-Debe ser cosa del agua, que viene envenená con microchís de esos

-El agua va a ser, sí.

-Hay que ver lo desmejorao que está Papá Soez ¿Eh?

-Debe de ser por exceso de carbohidratos para cenar ¡Con lo malos que son los carbohidratos para cenar!

-Es verdad. ¡Donde esté un buen bocata de espaguetis con pan, arroz y donuts de chocolate…

-Ya te digo. No hay cosa mejor pa cenar.

-Jou jou jouuuuuu ¡A ver! ¿Dónde está la monja a la que había que afeitar?

-Vaya pedo que lleva Papá Soez, primo…

-¡Sálvame Papá Soez!

-¡Vaya, vaya! ¡Pero si es el pequeño Timmy¡ Jou, jou jouuuuuuu! Veo que sigues con la misma cara de gilipollas ¿Te has metido a monja, hijo? Y lo más importante: ¿Por qué te quieres afeitar?

-No, a ver. Aquí hay un error…

-¡Coño! ¡Jimmy er hioputa! Veo que aún no te has estrenado como abusón, muchacho. Y mira que te pongo las víctimas a huevo ¿Eh? Mira que te he puesto delante al pequeño Timmy, que tié una cara gilipollas que no puede con ella, que eso es pa afostiarlo a tres turnos, y ni lo has rozao ¡Penco de los cojones! ¡Pa qué me molestaré yo!

-Es por la deficiencia visual severa, Papá Soez

-¡Pues aquí traigo gafas para todos! ¡Abusones de mierda! ¡Jou jou jouuuuuu! ¡Así podréis afostiar al pequeño Timmy hasta que os sangren los metacarpianos y las falanges y todas esas mierdas que hay en el triperío de las manos ¡Coño, que me da una arcada! Si ejque hablar de vísceras me pone malo… ¡Coño! ¡Un chupachús a medio chupar y casi sin pisar! ¡Slurp, slurp…

-¡Pero Papá Soez! ¡No puedes hacerme esto! ¡Me van a dar una camada de hostias que se funde el misterio!

-¡Calla, gilipollas! ¡Que eres gilipollas! ¡Cooooño ya el niño mierda repelente…

-¡Caramba! ¡Así sí, Papá Soez! ¡Menuda paliza le estamos dando al pequeño Timmy!

-Hombre, ¡Pequeño, pequeñoooooo…! 53 palos que tiene ya el zagal

-¡A mi madre que vais!

-¡Vivan los Concejos Unidos de América! ¡Al fin afostiamos a alguien!

-Antes no podíamos por mor de nuestra manifiesta discapacidad visual, pero gracias a Papá Soez y a las magníficas gafas que ha robao en la tienda del viejo Steviegüonder, hemos logrado nuestro sueño de acertar todas las hostias en el sitio. Como Dios manda

-¡Vivan los Concejos Unidos de América! ¡Viva el viejo Steviegüonder!

-Bueeeeno, pues aquí ya está to’l pescao vendido. Hala, a tomar por culo todos ¡Jou, jou, jouuuuuuu! ¡Mascachapas, Rudolf, Comemierdas, Anómalo, Foskito, Kalimotxo, Farlopa, Tirito! ¡SOOOOOOOOOOOOO! ¡Coño, no! ¿Cómo era? JAJAJAJAJAJAJAJAJA ¡Vaya pedo que llevo primo! No, si al final tendré que afeitar a la monja. Como si lo viera… ¡Puta vida, tete!

(FIN)