Coño, según estoy viendo por la cantidad de gente que lo comparte, esta semana el pobre Miliki se ha vuelto a morir. Como si no tuviera el hombre bastante con haberse muerto en 2012, con el disgusto que tuvimos sus niños cuarentones, y otra vez que tiene que aparcar el Vespino, doblar la servilleta y dejar de fumar a las puertas de 2020. Si es que eso es mala suerte de la de verdad.

Menuda putada, mi brigada. Y luego nos quejamos por tontás sin importancia. Si es que…

Nota: y luego nos extrañamos por los resultados electorales y no sé qué. Si lo raro es que sigamos vivos, que eso sí que es un puto milagro.

 

 

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