Encuentro que el cuquismo guachipén chachipusti imperante es excesivo, además de un completo coñazo más previsible que un tonto con un petardo. Necesitamos URGENTEMENTE mafiosos como los de antes, que lo eran pero no se cortaban nada ni andaban con disimulos ni zarandajas de ningún tipo. En plan: «¡EFECTIVAMENTE, SOY MAFIOSO! ¿Y QUÉ? ¡PAYASO! ¿A QUE TE HAGO UNA OFERTA QUE NO PODRÁS RECHAZAR? ¡JOOOOODER!»

Pero a la vez con su punto cuqui moderno veintetreintaagendoso. Un compromiso de tradición y modernidad.

POSITIVITO CORLEONE FOR PRESIDENT