Hay una señora japonesa que está mayormente jamadísima con la obsesión por el super orden. Ya la conocía de antes, porque la gente con desorden mental severo me atrae muchísimo. Pero es que ahora tiene una serie en Nesflic…Netfir… Necflit… en eso de ver series y cosas por el Intenete.

Como queda dicho, es japonesa de Japón, o de por ahí alantrones, pero curiosamente no se llama Hiriguchi Matayami, que eso les gusta mucho a los japoneses de llamarse así. No.

Se llama Marie Kondo, como Marie Curie, pero en lugar de investigar con mierdas radiactivas y esas cosas, investiga las mil y un formas de ordenar de la forma más psicópata posible lo mismo un armario, que el maletero del coche, o la lata de galletas que dentro tiene hilos, botones, un caramelo chupao, monedas de céntimo y figuras de roscón. En la de mi casa, tenemos un muñeco de roscón que es un torero con paquetazo y lleva una leyenda que dice: «III Año de la victoria. Vaspaña». Lleva tiempo ahí y le tenemos cariño. Lo que nunca hay son agujas, que eso es un misterio.

Bueno, pues ves a esta señora cinco minutos y llegas a la conclusión de que eres un cerdo con tirantes, pero tirando a muy guarrete. A cerdo perroflauter, se podría decir.

Claro, sólo con las 38 cosas que estabas haciendo mal a la hora de cambiar el rollo de papel tualé, te quedas como si te hubiera lamido el páncreas un facóquero. La tía lo pone con escuadra, cartabón, plomada y GPS. ES LA HOSTIA. Y luego tiene un contenedor de ordenar cartoncetes del papel tualé usaos, que los va poniendo ahí más apretaos que los piedrolos de las pirámides. No entra un alfiler entre uno y otro.

Tema maletero del coche: LO HACES TODO MAL. A ver, ya de mano, las 43 bolsas reutilizables que llevas hechas una mierda metidas unas por otras, no están bien así. Ella las dobla con un método tremendo, así como haciendo papiroflexia, que cuando termina las mete todas en un paquete de Ducados reciclao y le sobra sitio pa’ los parasoles de propaganda de Piensos Biona y Pipas Facundo ordenaos alfabéticamente. La lata vacía de aceite no puede ir tirada de cualquier manera. Tiene que ir en el contenedor correspondiente, justo a la izquierda del paraguas desvencijao de llevar en el maletero, que cuando lo abres sale una varilla que te salta el globo ocular. No tenemos ni puta idea.

Ya del tema de armarios roperos ni hablamos. ESO NO ES NORMAL. La madre que la parió, tu abres ese armario y te da un ataque epiléptico. Eso es un prodigio de geometría y ordenación. Claro, se conoce que no tiene camisetas de estar en casa, que son imposibles de doblar bien. ¡QUE NO SE PUEDE! ¡QUE ESTÁN LLENAS DE MANCHAS DE PINTURA, LACASITOS, Y SALCHICHÓN! Eso hace resistencia, y físicamente es imposible doblarlas porque la mierda que tienen pegada está amoldada al cuerpo de la persona humana.

Y encima, la paya pone el antes y el después de meterle mano al armario. El antes, es una cosa normal. Arriba están las tres camisetas y camisas que te pones siempre, porque están arriba, y ya debajo está todo lo demás en un hermoso caos que se funde el misterio. Como Dios manda.

Pues oye, la tía coge el buldozer y arrampla con medio armario, cosa muy lógica porque casi todo es una mierda que no te cabe, pero la tienes ahí «pa cuando te valga». ¡No te jode! Claro, ahora quedan cuatro cosas y las pones en las perchas con cuatro cajas cuquis, y aquello deja los armarios del catálogo de Ikea a la altura del defecar.

Eso ha de tener truco o algo, y es de ser una persona poco de fiar. Ya lo decían Martes y Trece en aquella hermosa canción:

🎶Eeees Maaaaa riiiiii Kon(do)
Maaari Koooooon(do)🎶
🎶¡DE EHPAÑAAAAAAAAA!🎶

Marcho, que tengo que cultivar un poco mi marikondismo.

Atiende como me ha quedao el cajón de las bragas…gayumbos… ¿Paños de cocina? ¿Camisas de Falete? Pero ¿Eso qué é lo que éeee?

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