Luego está la bella durmiente que, según parece, se pinchó con el huso horario de una rueca que no era la suya. Eso pasa por andar manoseando ruecas a lo tonto. Qué puta manía de andar manoseando ruecas a pesar de que el cartel ponía claramente: «Se ruega a los señores clientes que se abstengan de manosear la rueca, y mucho menos aún, el huso. So gilipollas. ¿Qué pasa, que si tus amigos se tiran por una rueca, tú también?».

Según parece esto es porque aquí seguimos la rueca horaria de Alemania sin haber necesidad, pudiendo usar la de aquí. Además es una faena porque las piezas vienen desde Alemania. Una rueca menos en Canarias. Espero que por fin haya quedado claro. Buenas noches, y no olvidéis que primero suenan los cuartos, que luego os faltan ruecas a la décima campanada que, dicho sea de paso, pasará a ser la novena.

Y por eso era. Y pa ahorrar electricidad, dicen.

Que hay que tenerlos gordos como melones de Villaconejos.