Estás ahí, a lo tuyo y sin meterte con nadie, y de repente te suena un aviso en el esmarfón, que te ofrece una sugerencia muy tocha que, según parece, es muy adecuadita para ti y tus gustos.
Por alguna razón que se me escapa, los señores de Amazon han decidido que ¡Ojo!: «Tal vez te interese Mujeres monedero del embrague largo cremallera de la PU del cuero bicolor».
Oye, por poco más de mil pesetillas de las de antes con envío y todo. Que traducido, es un monedero más feo que mentarle la madre a un huerfanito para luego quitarle el bocata de malas maneras. Así como de color negro con detalles de plastiquete rosa chicle, con un detallito metálico de oro del que defeca el ciudadano magrebí, que creo que es la silueta de un pájaro, así sin venir a cuento. O sea, que de color negro y rosa chicle con detallito metálico dorado es el monedero, no el huerfanito. Matizo esto, que bastante tiene el pobre con lo suyo.
Es verdad, que lo mismo podía haber sido la silueta de un koala o de una gocha pinta, porque los adornos de monedero chino son totalmente aleatorios y sin conocimiento ninguno. Si ese día toca poner detalles metálicos con forma de ñordo, pues se ponen y punto. Eso va según lo que venga en el saco ese día.
-¡Hotia! ¡En saco de adolno monedelo, hoy viene folma caca mucho golda! ¿A que no hay huevo pone en monedelo?
-¿Que no hay huevo? ¿QUE NO HAY HUEVO? ¡SUJETA CUENCO ALOZ!
Y luego dicen que si el big data, que si lo saben tó de nosotros, y no sé qué más. Pues sabrán muchas cosas, pero en el tema gustos personales tienen mucho que aprender todavía los muy insensibles ¡Cabrones!
Si es que ya ni se espía ni ná como antes, joder. Que se ponía más amor y mimo en el asunto del espionaje, y además se cocinaba el cocido a fuego lento, que eso era una gloria.
¡Cagüen la globalización!