¿Estás agobiadísime por la rotura de España, o qué sé yo? ¡No te atribules ni te enforrondosques pa ná, amiguite!

¡Utiliza tu imaginación para crear consejos de ministros en los que todos hablan con acento gallego! ¡El resultado es acojonante!

Tú, aunque no tengas ni idea de gallego, no te preocupes. Con que suene y tenga la musiquilla, ya vale. Así, más o menos:

-Bueno, home bueno… Entonces, ¿A lei esta queda aprobada, o non?

-¡Home, pois depende!

-¡Esa merda non tes carallo a decímela na rúa!

-¡Asi como che digo unha cousa digoche outra!

-¡Ay carallo, o que me dixo!

-¿Qué andas falando, tú, rapatundas?

-¡Pecha a boca! ¡Zalapastrán! ¡Canfrauta! ¡Da primeira fostiña. arráncoche a coleta da testa!

Y así. Verás que bien.

 

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