Quedan muy pocos días para que mi novela esté disponible en Amazon en formato tapa blanda. Son 660 páginas de historias muy intensas, que para mí han sido un viaje de muchísimo trabajo y dedicación. Ojalá cumpla con vuestras expectativas y os haga viajar a una década tan dura como convulsa.

Os dejo de nuevo la sinopsis para que vayáis teniendo una idea de lo que hay en sus páginas:

«A punto de ser nombrado cardenal, Isaac Magadán vuelve a la aldea asturiana en la que nació para pasar los últimos días de su vida. Consumido ya por la enfermedad, afronta la tarea de reconstruir y dejar por escrito la memoria oculta de su familia, y la de muchas personas estrechamente ligadas a ella. Para esto, cuenta con el testimonio de algunos testigos directos y con los recuerdos de su propia infancia, marcada por la ausencia del padre al que no conoció hasta pasados cinco años y medio del inicio de una guerra que apenas duró tres.

Isaac tratará de poner en orden un relato duro y complejo en el que se entretejen el contrabando, la prostitución y el tráfico de estupefacientes, o una trama organizada en torno al abuso y asesinato de menores encabezada por un destacado jerarca nazi. A ello se añaden, además, los días de la revolución de octubre de 1934, el posterior estallido de la guerra, y un «fugao» protegido por su familia que le revela los primeros datos sobre el padre ausente. Estos son algunos de los mimbres con los que intentará dar luz a los hechos y honrar la memoria de quienes ya no están.

Enlazando todas estas historias, está siempre presente la figura de Marina. Una mujer de familia acomodada cuya vida se torció siendo una adolescente, que se reconstruye para tratar de sanar los años de abusos que la llevaron a verse consumida por las drogas y la prostitución. Junto a Elías Merchán, un contrabandista atrapado entre el éxito económico, su compromiso político y una absoluta devoción hacia Marina, tratará de legarse a sí misma una nueva vida y un mundo más seguro para su hija».

Ha sido un viaje tan largo y tan intenso, que no sé si tengo ganas de reír o de llorar. Seguramente ambas cosas. Sea como fuere, el homenaje a nuestros ancestros -a los míos y también a los tuyos- que me propuse emprender en 2016 y que terminé allá por 2021, va a ver la luz por fin después de recorrer caminos que, según parece, no eran los que tenía destinados. Espero que este sea el que le corresponde.

En unos días, será la hora de la verdad. Yo he intentado hacerlo con el mayor mimo y dedicación posibles. A partir de ahí, que sea lo que tenga que ser. Gracias por vuestra ayuda a todos quienes me acompañasteis en este viaje de creación.