Hay muchos ejemplos de karma. Por ejemplo cuando hay almóndrigas y te las comes de incógnito directamente de la pota (o perol), y se te cae una porción de grasilla en la pechera, que te queda lo que se llama una pechera Versallesca. Esto es, llena de lamparones.
En mi caso acabo de sacudir la manta del perro habiendo calculado previamente la dirección y velocidad del viento, así como las corrientes de convección interseccionales, y el precio medio de la luz. Según mis cálculos, los pelos deberían haber salido en dirección Sotrondio aproximadamente, quedando depositados en los montes intermedios donde servirían de materia prima para que las aves de la zona puedan hacer acopio de materiales para sus nidos, que los hacen con las mierdas que se encuentran por ahí.
Lamentablemente mi mujer ha abierto la puerta de la terraza, provocando unas fuertes corrientes de chorro, que por algún puto fenómeno de inversión eólica ha venido ha provocar un curiosísimo resultado por el cual unos 400.000 millones de pelos rubietes me se han incrustao directamente en el careto, en la glotis y en las fosas narizales, que ahora parezco Pocholo viniendo de San Mateo.
Y por eso la física es una mierda y me cae mal.
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