No es por presumir, pero esta vez le he ganao la batalla a mi enemigo mortal: EL ESPARADRAPO INFERNAL QUE TE TORTURA AL DESPEGARLO.

Pa que me depile él a lo torturador medieval sin escrúpulos, ya voy yo al sentro de donasiones depilao de casa ¡JAQUE MATE, CABRONSÓN! ¡MUA HA HA HA HA HA!

Habrá quien piense que soy un flojo. ¡Qué va! Soy un rudo celtíbero. Lo que pasa que también soy sensible y presidente del Club Stop Sufrir a lo Fato.

Nota: lo de que se quita requetebién humedeciéndolo con agua caliente, es la vil patraña más gorda desde lo de Ricky Martin, la zagala que se untaba mermelada en lo que es el meridiano cero, y el perrete que se ponía tibio.