-¡JAJAJAJAJAJA! ¡INOCENTE, INOCENTE!

-Picó como un verderón, JAJAJAJAJA ¡Toy que me parto el llombu! ¡JAJAJAJAJAJA! ¡MÉIXOME!

-Home igual nos pasamos algo ¿Oíste?

-¡TOÑÍN! ¿TAS BIEN HO?

-¡Sacáime de aquí, cabrones!

-JAJAJAJAJAJA ¡VA A DAME MAL!

-Hala venga, vamos a saca-y la cabeza de embajo el tractor que ta poniéndose azul

-¡Hostia, Toñín, tienes el ojo derecho colgando! Atiende, vuelve a mirar bien embajo la otra rueda a ver si aparecen les llaves…

-¡Voy!

(brummm. petpetpetpetpet… ¡Chof!)

-¡HALA, IGUALAO EL OTRU OJO!

-JAJAJAJAJAJA ¡AY QUÉ ESCOJONO! ¡MIRA QUE YE ZOQUETE!

-Oye, y que ta más curiosu así el cabrón…

-Sí, ahora dase un aire al Bardem…

-¡Meca, ye verdad! ¡Con lo que-y presta a la muyer esi rapaz! ¡Marcho, que hoy cabruño’l gadañu fijol ¡Al ataque ¡Jujujujuju….! Gñgñgñgñgñg!….

(Toñín se pierde en el horizonte más contento que Paquirrín con un Tamagotchi)

-No, si al final el único que foza hoy ye Toñín… ¡Quedo fato!

-¡Cá la boca, que nun fozo desde cuando estrenaron La Casa de la Pradera…

– Nun gasto más inocentáes. ¡Caaaajon mi vidaaaa… !

——–

Moraleja: no y-metas a nadie el molondro embajo’l tractor, que nun trae cuenta