Al parecer, el último grito en materia de selfies es hacérselos de espaldas. O sea, que lo que se lleva ahora son los «espaldies». Verás cómo se acaba yendo la cosa de las manos y también les pondrán más filtros que al guion del Telediario. Y veremos con horror que, al igual que con los selfies de frente pasadísimos de filtros, que ya directamente les salía la nariz borrada como a Voldemort y el cutis con menos poros que unas bragas de nitrilo, se les borrarán hasta los bolsillos de la culera. Y la culera. Ya se empiezan a ver casos en los que se les borra hasta la capucha’l chubasquero.

Para detectar este tipo de engañifa, os sugiero fijaros en el entorno. Si se trata de un entorno urbano, a las aceras será imposible distinguirles los baldosines.

De tratarse de un entorno natural, no se distinguirá entre un alimoche y un águila perdicera, y la persona que aparece retratada en el espaldie, lo mismo podría ser el tronco de una encina que la mochila un peregrino.

-¡Uhala! En ese espaldie sale un peregrino de espaldas.

-¡Qué va! Es claramente un águila perdicera con mochila caminando hacia el futuro

-O un alimoche con mochila caminando de espaldas volviendo hacia el presente

-¡Hala! ¡Qué bien traído!

-¿Otro alucinógeno?

-¡Enga!

En la imagen, una hermosa aborigen caminando por las populosas calles, con sus luces navideñas y sus carteristas, en una lluviosa jornada #espaldie#sinfiltros#sinculo#sinvergüenza#sinatra#sindicato