¡Qué desgracia! ¡Toda la cosecha se ha perdido!

¡Mi general! ¡El enemigo avanza! ¡Hemos perdido nuestras posiciones!

¡Hala! ¡Lo he perdido todo en el crack del 29 y ahora tengo de tirarme por la ventana de güolestrit, que es lo suyo!

-¡Almirante! ¡Hemos perdido Cuba así a lo tonto!
-A mí no me digas na, que sólo soy un simple facha sin conocimiento ninguno

-¡Dios mío! ¡He perdido el juicio por completo! ¡Bah! Mejor. Seguro que vivía de las ayudas sociales. Que se vaya a su puto país. ¡Guau! ¡Miau! ¡Beeeeeee!

Pero cuando todo está perdido, ELLA siempre aparece para desfacer entuertos y salvar a la humanidad como Maguiver, Soraya Sáenz de Santamaría, o Leyre Pajín:

¡A QUE VOY YO Y LO ENCUENTRO!

Y por eso eso no hay na mejor que una madre. O el tenaleidis, que va bien para las pérdidas y para bailar por la calle vestida de Sambera.

Porque ellas, a pesar de que les regalamos palilleros de plastilina o ceniceros de macarrones que eso mete asco verlo, no sólo no marchan de casa sino que además ponen esos horrores en el salón.