Miles de gracias a los seres humanos y criaturas en general que tuvisteis a bien acompañarme ayer, y por supuesto a la gente de Libroviedo por su amabilidad.
Después de tantos años instalando la parte informática, desde los tiempos del Paseo de los Álamos, quién me iba a decir a mí que un día iba a participar como autor. Eso es lo que se dice «jugar en casa». A ver si hay suerte y el año que viene estoy allí presentando novela.

Así da gusto.