Si López Vázquez, Landa,  Esteso o Pajares pusieran hoy en práctica sus técnicas de ligue, iban «aviaos». El infalible ¿Estudias o trabajas, chati? de poco les iba a servir, más que nada por falta de opciones en el enunciado.

No nos engañemos. Tampoco se trata de descubrir Alaska en una cubitera. El fenómeno de los «ninis» no es nada nuevo.   Todos hemos conocido a varios de estos especímenes macho o hembra  cuyo mayor mérito en la vida es hacer la digestión, o tirarse cuescos al son de «La Marsellesa». Lo cierto es que los de ahora son más visibles que los de antaño, más que nada porque los de ahora suelen dedicar bastante tiempo a su aspecto personal y por lo tanto llaman más la atención visual, cuentan con más medios tecnológicos para extender su particular visión del mundo (concretamente de «su» mundo de unos 2 metros cuadrados), y además papá y mamá tienen más medios para sostener  su actitud indolente, su comportamiento insolente y su intelecto insolvente.  Para ellos, conceptos como «esfuerzo» o «trabajo» sólo son aplicables en situaciones de estreñimiento crónico

Pero no se debe generalizar. Es cierto que todos tienen algunas características comunes que, básicamente son las siguientes:

  • No dar palo al agua
  • No clavarla
  • No jincarla
  • No en general

Dicho esto, quede claro que ni los «ninis» son un subproducto de nuevo cuño, ni son todos exactamente iguales. ¡Qué va! Por ello, me van a permitir una breve, y por tanto no exhaustiva,  catalogación de esta especie.
Pasen y vean:

Los «Ninis»: Tipologías

  1. El  Nini «de carrera» o por oposición:  los miembros de esta peligrosa subespecie tienen  la particularidad de que todos, sin excepción, se sacan una oposición cojonuda como Oficiales Adjuntos a Gilipollas, y sólo puede sobrevivir en pareja.  En definitiva se trata de elementos programados básicamente para ser «Señor o señora de..» «Follante de…» o «Pareja sentimental de…». Todos ellos  tienen como nexo común encontrar y enamorar perdidamente a un/a gilipollas con cuantos más posibles mejor, que los mantenga de forma indefinida. Por supuesto, el montante total de su vida laboral no supera en ningún caso los 3 días. Cuidadín con estos entes,  que además de  ser ninis poseen una cierta inteligencia y no sólo viven bien en esta tesitura sino también cuando se convierten en «ex» follantes, «ex señores/as», «ex pareja sentimental», etc… Lo curioso del tema es que todo el mundo los tiene calados, excepto el/la gilipollas titular.

  2. El nini chungo, o Cani: subespecie de costumbres gregarias, constituyen una verdadera plaga que puebla barrios enteros y  poseen características perfectamente uniformes y definidas, aunque sorprendentemente se creen muy originales. Se trata de entes malos malotes vestidos de chándal hortera, zapatillas de muelles y gorra, todo ello de Nike, si se dedican a traficar, o de Naik, si no se dedican a nada (una de estas dos, o ambas,  son sus ocupaciones habituales). Se desplazan en «amoto» trucada, preferentemente sustraída a otro ciudadano y no se ponen casco porque con la gorra no les entra. Calzan entre 3 y 5 kilos de anillacos, cadenámenes y quincalla brillante de toda especie y cuelgan fotos suyas  en internete  poniendo cara de estreñimiento pertinaz:

    Cani practicando uno de sus deportes favoritos
    La hembra de este especimen nini es la choni, muy aficionada a sacarse fotos en el espejo del baño y a pintarse la raya del ojo de oreja a oreja. Sus valores son  más o menos los mismos que los del Nini cani , y luce tal que «asín»:

  3. El Nini Pijo: estos son tremebundos. En esencia son como los demás ninis, sólo que sus papás tienen más medios y viven en barrios más guays. Se llevan a matar con los ninis canis con los que, aunque ni unos ni otros lo sepan, mientras son jóvenes comparten la misma filosofía básica, cambiando sólo la estética y el precio. Cuando crecen, los ninis pijos se especializan en hundir las empresas de papá. Generalmente se emparejan con su misma subespecie y en ocasiones con ninis del tipo 1.
  4. El Nininini: ni estudia, ni trabaja, ni le importa una mierda nada, ni dios que lo fundó. Es un tipo de nini bastante neutro. Son  también conocidos como «ninis de propósito general» o, simplemente, «vagos de mierda». Las tipologías anteriores, al menos tienen interés en 3 ó 4 cuestiones (rascarse el higo, jugar a la consola…). Pero estos se llevan la palma más absoluta. Son, tal vez, la especie de nini más antigua y por carecer, carecen incluso de estética o filosofía propia.   Sus filas se nutren de  los más heterogéneos sectores pero abundan, por ejemplo,  los sobrinos de político. Estos individuos suelen pasar la mayor parte de su vida laboral de baja, o bien al frente de alguna subsecretaría, o incluso ambas cosas.
No creo que a nadie le cueste especial trabajo ubicar a varios  especímenes que encajen de lleno en uno (o más) de estos epígrafes.
 
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