Últimamente me piden amigación en Facebook pocos esquizoestafadores de esos que escriben desde la trastienda de una barbería que también funciona como doner kebab, locutorio y ferretería de Monbulutu o de algún sitio de Malasia, que también son mucho de estas bellas tradiciones. Antes aparecían como mínimo uno o dos al día. Deben estar de vacaciones o algo. Pero gracias a san Pequeño Nicolás, patrón de los estafadores y monserguistas de medio pelo, de vez en cuando veo alguno de esos que se dedican a ir contestando a los que comentan cualquier noticia con el rollo de que han intentado enviarles una solicitud de amistad pero el dispositivo amigador de Facebook no les funciona, y que si «jo tía, mándame tú la solicitud de amistad y verás qué risas» y mierdas por el estilo.
El caso es que transcribo aquí una que pillé hace unos días, que no tiene desperdicio. Sólo copié el texto, y no me acordé de hacer captura de pantalla. Leed, hermanes:
«hola queridísimo ser querido Sé que no tenemos conocidos en común. Nunca hemos hablado, pero tengo muchas ganas de iniciar una conversación contigo, si es posible me gustaría hacerte una linda pregunta Me preguntaba qué tipo de mensaje podría enviarte sin parecer una jarra o unas pantimedias. mujer. Me gustaría enviarte un mensaje un poco original, simpático, que te permita iniciar la conversación de forma natural… Espero que este mensaje no genere nada hacia ti, sobre esto me gustaría que me dejes también un envíame un mensaje o envíame una invitación si eso no te molesta. Nos vemos pronto… «
Así que si alguien puede aclarar qué tipo de mensaje puede enviar este amable esquizotrilero sin parecer una jarra o unas pantimedias, que hable ahora o que calle para siempre. A ver si al menos resolvemos este misterio ya que el de abrir la boca y no parecer tontolcúler parece una causa perdida para tantos millones de seres around the planeta.