Se habla muy poco de una curiosísima subespecie ibérica a la que, por alguna razón, le pone muchísimo enfadarse por todo lo que ve en Internet. Ojo, que no niego yo que haya muchas cosas dignas de encabronamiento, pero hombre, enfadarse por TODO paezme algo mucho. Esa gente son los Indurain del encabronamiento. Los Chuquesnorris del enojo. Los Yakichanes del encorajinamiento. Los cólones irritables de la irritación extrema. Los sultanes del arrebato y el hinchacojonismo.

Efectivamente, me refiero a los enfocicaos profesionales a jornada completa.

Es ese tipo de gente que van al Feisbuk de La Voz de Calahorra, y le van dando «Menfada» en serie a todo lo que publiquen. Da igual.

Rescatado un gatete que se había subido a un sicomoro: Menfada

Va a llover: menfada

Va a hacer sol: menfada

Va a nevar: me abrigo, pero sin dejar de manifestar que menfada muchísimo y que me cisco en Roberto Brasero, y en la reputísima estirpe del anticiclón de las Azores y del Tigre de Bengala.

Dos hermanos se reencuentran tras veinte años perdidos en el mismo Ikea: menfada. Si hubiera sido en un Bricomart me parecería tolerable porque soy aficionao al bricolaje. Me encanta dar gotelé a los suelos de moqueta cuando estoy encabronao con Ayuso, con el cuñao de Herman Monster o con Gracita Morales, cosa que me ocurre con frecuencia todos los días que llevan «s». Y los domingos también.

Sale un anuncio de champú para el pelo de la persona humana: Menfada, pero me hubiere encabronao lo mismo si fuere un anuncio de champú para facóqueros de Sudán. A mí la especie me la pela: todas me encabronan por igual ¡P*tas especies! ¡Asina reventéis todas menos mi madre y mi hermana, que son personas decentes que le dan gotelé a los suelos de moqueta y menfada a todo lo que salga en Feisbuk!

Sale una foto de un señor racializado con pinta de ser presidente de Burkina Faso con ocasión del día nacional de Burkina Faso: mencabrona, pero desde el respeto a la diversidad a pesar de que me pone de muy mala hostia que Burkina Faso se llame Bukina Faso pudiendo llamarse Gromenagüer Ecuatorial.

Catorce granjeros Adventistas del Séptimo Embrague, todos ellos de Milguoqui, fallecen por el virus del papiloma equino: menfada. Y además pongo en los comentarios que «es una vergüenza que se apropien de virus de otras especies. Luego vienen las desgracias por falta de virus del papiloma equino para los pobres equinos que se van a quedar sin virus. Y además, mencabrona muchísimo que jueguen con la memoria de un personaje tan querido de nuestra infancia. Gloria a Gaby, Fofó, Milguoqui, Fofito y Milguoquito. Que rasquen esos malditos granjeros y sus advientos de la séptima trócola. Pero bien que nos pasan la viñeta y la contribución».

Alguien comparte una frase motivacional: a todo el mundo le encabrona porque está hasta el ojete de leer frases motivacionales de mierda escritas sobre fotos moñas, pero el encabronao profesional le da al botón «mencanta» porque le jode muchísimo que al resto de la gente le joda muchísimo lo que a él también le jode muchísimo, y además ser mainstream le encabrona que te cagas, con lo cual le da al «mencanta», pero como está encabronao, el universo no se empana porque así no hay quien se aclare e interpreta mal las vibraciones que emite. Y por eso Putin invade Ucrania, Sánchez se quita la corbata, un señor de Estepona se pone catorce corbatas mientras toma el sol en un solarium de Burkina Faso, y en lugar de un golpe de calor le da un golpe de estado, y al fin el país pasa a llamarse Gromenagüer Ecuatorial, cosa que encabrona al encabronao porque se le había ocurrido a él primero.

Marcho, que ya me estoy encabronando y me empieza a parecer fatal que agosto tenga 31 días pudiendo tener un Talbot Samba verde.