Oye, hay una cosa que me deja fascinadísimo y amariscao del todo:

Sí. Sé que lo estáis pensando. No, eso no ¡Marranos! ¡Degeneraos! ¡Lo otro! Efectivamente, me refiero a:

LOS NOMBRES DE LOS COMERCIOS Y LAS MARCAS

Es que no sé ni por dónde empezar. Por ejemplo, si el comercio es así muy tocho y te llamas Adi Dassler, pues dices tú: ¡Meca! ¡ADIDAS! Y lo petas vendiendo camisetas y zapatillas a precio farlopa de la que viene con almendra y aceite de oliva. De la de lujo.

Otro ejemplo: Nicasio Quevedo. Fue un avispao y dijo él: Mira el de Adidas ahí forrándose con las zapatillas pal colesterol. ¡Pos yo, NIKE! Lo de la «K» es por la cosa del marketing y eso, que queda mejor. Suena así como extranjero. Pero no extranjero pobre de los que vienen a quitar el trabajo vendiendo bolsos, no. Esos son chusma. Extranjeros de los molones que tienen perras y vienen aquí a infartar pa que les arreglen la patata en los dispensarios españoles. De los que molan.

Luego hay otros que hacen de la necesidad virtud:

-Hola. Soy Francisco Rabaneda Cuervo y soy un modisto del copón. Mire, con esta servilleta de esas de «Gracias por su visita» y un lapicero de punta gorda, mire qué traje de noche más divino le hago. Esto se lo pone Paquirrín y está empotrable. ¿Qué le parece? Contráteme, haga erfavó

-Huyyyy… El traje sí que es bonito, sí. Pero con ese nombre no sé yo, eh? Todavía si fuera «Emidio Tuchi» o «Recesvinto Pene»…

-Bueno, pos «Paco Rabanne» Con dos enes el rabane

-¡CONTRATAO! (bueno, dijeron «contratée», pero como no sabéis francés…)

Que a todo esto, lo del lenguaje inclusivo es de tener unos huevazos a veces… Si eres payo y triunfas, tiés que ser «modisto». Lo de modista queda pa las señoras que cosen y eso. Pero si arreglas los bollos de los coches, eres chapista igual.

Pero claro, esto son marcas y comercios muy gordos, de esos de avión privado con una bolsa de Matutano sabor jamón pa tí solo. Otra cosa son los comercios de barrio. Antes, no se complicaba mucho la cosa del marketing y eso. El planteamiento era que se reunía el Consejo de Administración del comercio y hacía así:

-A ver, yo vendo postes. Y me llamo Robustiano. Pos enga, ¡Postes Robustiano!

Si la estrategia de marketing era potente, había que hacer un eslógan: «¡Caballero! Si usted necesita postes, Robustiano los tiene gordos» Aquello era marketing de verdad y no la mierda que hay ahora

Tengo una tasca. Me llamo Ramón Pirulas. La variedad de género no es muy grande. Ahí lo tienes. A los cinco minutos había un señor haciéndote la imagen corporativa del local con una brocha y un bote pintura subido en una banqueta:

LA TASCA DEL PIRULAS – CAFÉ Y VINO

Luego si había innovaciones en el porfolio de productos que ofrecías, se hacía un apaño en la imagen corporativa. Brocha, bote pintura, banqueta, y asunto arreglao :

LA TASCA DEL PIRULAS – CAFÉ Y VINO y qeso

Lo de la ortografancia fallaba a veces porque las brochas venían sin autocorrector.

Pero todo evoluciona. Como esos señores con cara juvenil que a los sesenta evolucionan a señora mayor. El mundo del asunto capilar y las vellosidades en general, también ha evolucionado.

Antes: Barbería y sacamuelas Raimundo Corrales
Ahora: «Ray Corr – Estilistas» o «Ray Corr – Barber shop & Restyling»

Aluego ya están los acrónimos, que son más elaboraos.

-¿A que sus hijos se llaman Carlos, Gabriel, Ramón y Tatiana?

-¡Hala, pues sí! ¿Cómo lo ha adivinado?

-Psé… por el perfil psicológico, por las proporciones del local, que siguen el número áureo, por el ambiente, porque se llama «Calzados Cagarata»…

Porque antes al pan se llamaba pan y a la fanta Mirinda. No como ahora, que si eres zapatero de los de arremendar los zapatos con la suela colgando y eso, no le puedes poner al negocio «Ramón Zapico. Arreglamiento de zapatos» .Porque el público no capta la esencia de tu trabajo. Por lo tanto, hay que ponerle » Ramzapp – Shoe Refurbishing»

No me digáis… Es apabullante, es fascinante, es…

-Fuaaaaaa ¡Kiko Rivera… directo a mi corazón…. ¡Halaaaa!

-Que te pires, Paquirrín.

Luego están las empresas y comercios de sagas familiares.

«Eligio Ramírez – Todo tipo de paños finos». Entran los hijos: «Eligio Ramírez e Hijos – Todo tipo de paños finos». Fallece Don Eligio: «Hijos de Eligio Ramírez – Todo tipo de paños finos»

A los tres meses: «Liquidación por cierre de Hijos de Eligio Ramírez – Ya lo hemos pañao todo. Somos unos tipos finos»

Y por eso, la denominación de los comercios es una cosa más rica que el arroz con leche.

Marcho, que voy a fundar «ISMALPA S.L. Escribimientos y choscos de Tineo»

A ver si así…