El día 19 de este mes, es el día del padre. Iba a decir «el 19 de los corrientes», pero al precio que tiene la corriente, paso. Imaginaos que esto llega a oídos de mi comercializadora eléctrica:
-¡UHAAAAALA! ¡HA DICHO «CORRIENTES»! ¿Eso cuantos kilogüatios/hora son?
-¡PUFFF! ¡CRÚJELO MÁS DE LO HABITUAL SI CABE!
-¡Jo, cómo te pasas, Vladimir!
-¡Jajajaja! ¿Hace un chupito de polonio?
Y claro, no todos somos oligarcas, potentados, o cargo de confianza para poder permitirnos esos lujos asiáticos (la corriente, no el polonio. Que, dicho sea de paso, barato tampoco debe ser). Lo más cerca que tenemos los pringaos, como mucho, es un hacendado. Pero de los que venden en Mercadona. Una bolsa de conguitos de imitación, una latilla de atún…
Hablando de latas de atún, dicen que no se debe comer demasiado. Lo primero por el precio. Que se está poniendo por las nubes. Antes eras pobre, y te apañabas con un arroz blanco con una latilla de atún. Ahora ya, es como pa publicarlo en Instagram #Arroz #ConSuAtúnYTodo #Potentado #hacendado #sufranperrasenvidiosas . Si además le pones tomate del Hacendado, lo petas. Eres el Rockefeller de la clase obrera. Lo segundo, porque contiene metales pesados.
No veo dónde está el problema ¡Pues que hagan las latas de madera, y asunto resuelto! #MinistroContrátame #CargoDeConfianza
Y hablando de pringaos, se me viene a la mente San José, que por él es que celebramos el día del padre. Y a eso quería ir yo ¡QUE NO OS VAYÁIS POR LOS CERDOS DE ÚBEDA! (dicho popular, referido a la conocida localidad de Jaén y su afamado ganado porcino).
Habrá quien se pueda ofender por esto del «pringao», así que por si acaso voy a añadir que también es el día del Santo Padre. Y todos contentos. Por si acaso, todo el ganado porcino mencionado en este post procede de la ganadería extensiva, inclusiva, resiliente y chachipén. No vaya a ser…
Pero claro, en otros sitios del planeta, el día del padre se celebra en otras fechas, porque no son de tradición cristiana y/o San José les da un poco lo mismo. Por ejemplo, en Tailandia lo celebran el 5 de diciembre. Son listos. Así pillan la Constitución y la Inmaculada, y se calzan un puente de fruta madre sin venir a cuento y por toda su cara tailandesa.
A este respecto hay una anécdota muy curiosa. En 1997, el conocido fresador tailandés Lahkon Chahtumadreh, trató de hacer ver a sus compatriotas que no tenía sentido celebrar el día de la constitución española en no siendo ellos españoles, y menos aún la Inmaculada, teniendo ellos tan escasa devoción mariana. Al día siguiente, se halló el cuerpo de Lahkon flotando en el río Mekong, con un cartel amarrado al cuello que rezaba:
«¡Calla la boca, mekongontupadre!»
Los tailandeses son muy suyos con el asunto de los puentes. Todo el mundo debería saberlo, empezando por los propios tailandeses. Para los listillos que vengan a dar clases de historia, ahí está el famoso «Puente sobre el río Kwai» para demostrarlo. ¡Jaque mate, listillos! Y, sobre todo, ¡Jaque mate, Lahkon Chahtumadreh! ¡Bocas, que eras un bocas!
Y hablando de pringaos, volvamos al día del padre una vez más. En Bulgaria son espabilaos también. Lo celebran el 26 de diciembre ¡CON UN PAR! ¡NOCHEBUENA, NAVIDAD, Y EL DÍA DEL PADRE DE FARRA! ¡CON TO LO GORDO!
Todo esto venía a cuento para decir, con absoluto fundamento y rigor, que si no sois tailandeses o búlgaros, ya tenéis resuelto el regalo del día del padre de aquí, que por si no quedaba claro es el próximo día 19 de los corrien… de este mes.
¡Regalad mi libro a vuestros progenitores!
Que no se diga que uno no se trabaja la publicidad. No como otros que entráis a saco pidiendo amistad para, acto seguido y sin preliminares ni besitos, pretender que os compre cosas ¡Desalmados! ¡La huerta pal que la trabaja!
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