Por fin el algoritmo de Facebook comienza a mostrarme temas de gran interés. Antes me salían cosas como por ejemplo anuncios de señores queriendo venderme un curso de coaching para forrarme en Internet sin dar un palo al agua. Y anuncios de zagales con pinta de poligonero-tronista que dan cursos de inversión financiera avanzada y se hacen fotos delante de un coche de señor con complejos. Pero el coche no es suyo ni nada. No se han leído ni la etiqueta del champú, pero controlan mazo de lo del treiding, las critpomonedings y eso. Pero ojo, que lo primero que te dicen es que no son una estafa piramidal ni nada de eso, bro. Que ya es una cosa que da mucha confianza.
En Asturias a eso de ganar bien siendo asnalfabeto y sin doblar el lomo, de toda la vida lo llamamos «arrimar pa que te dean un puestín». Y no hace falta tener Internet, ni saber leer, ni nada. De hecho casi son requisitos indispensables. Con tener la capacidad de hacer la reverencia nivel dejar a un japonés pelotillero a la altura del cagar, es suficiente. En el resto de Ejpaña a eso se le llama «cargo de libre designación», «azezó elehío a deo», «¡Ahivalahostia ke txollako!» «Cunsellé, Oh yeah!» o «Vaia puestiño máis caralludo que me deron, ¿eh?». En Murcia creo que lo llaman «¡Acho, pijo! M’ha caío un puehtico güeno. T’invito a comé chanqueteh fritoh y paparajoteh».
Pero a lo que iba: ahora me salen cosas de gran interés, como por ejemplo señoras anunciando bikinis y moda baño/interior en general. Y aprendo mucho sobre el tema del top bikini surf triángulo rosa coral, la braguita bikini brasileña surf acanalado, y los tangas etna black limba fucsia. Que se llaman «black» pero por alguna razón son fucsia. No hay donde colgar un candil, oigan.
Es una cosa interesantísima. TODO es interesantísimo comparado con los anuncios de coaching de forrarse en Internet sin hacer ni el huevo. También me salen a veces anuncios de braguitas de cuello vuelto color carne. A ver, es un algoritmo medio gilipollas. Es imposible que acierte siempre.
Por cierto, habéis de saber que los «tangas invisibles» sí que se ven. Es una publicidad engañifosa intolerable. En realidad, creo que se refiere a que no se notan si llevas pantalones apretaos. Por tanto serán innotables. Pero invisibles, una mierda. En la foto, os dejo un ejemplo de tanga invisible color PIMIENTO ROJO. Como podéis ver, es perfectamente visible. El tema de ponerle ese nombre al color me parece una cutrada. ¡Coño, llámalo «rojo amapola de Borneo»! O algo que no lo haya en la frutería de Alimerka. ¿Qué será lo siguiente? ¿Culotte color «patata Sabrosona»? A mí estas cosas me ofenden mucho. Otra gordísima: «color café helado» ¡AMOS, NO ME JODAS! ¡ESO OS LO INVENTÁIS SÓLO PA DESCONCERTARNOS A LOS TÍOS!
Para que os hagáis una idea, el color «café helado» es como una especie de marronete color chaquetina de la hermana sor Refugio del Niño Jesús. ¡CON LO FÁCIL QUE ERA LLAMARLO ASÍ! Cuando domine el mundo, que sepáis que le pondré a los siete colores que existen todos los nombres que se me canten. En plan: «color teja puerca de hórreo de Blimea» o «color junta culata de fragoneta a la que no le pasa la ITV ni el radiocassette». Os vais a cagar.
Otra curiosidad lencera, es que a la braga «culotte» se le llama así desde cualquier punto de vista. Es decir, que vista desde delante no se llama «braga chochotte» ni mucho menos. Son datos de gran interés científico que os proporciono.
Hala, buen viernes, y chinchad con la calidad de mi algoritmo del Feisbus.