Hoy, drama doble: se me encendió la lucecilla de reserva del coche.

Este es el primer drama.

Hoy, drama doble: se me encendió la lucecilla de reserva del coche. Este es el primer drama.

Y digo drama, porque considerando el precio del gasoil de los obreros que contaminamos como descosidos con nuestros utilitarios insolidarios, pues eso: un drama.

Aproveché que tenía cerca una gasolinera low cost, que menos mal que era low cost, porque tengo compraos güisquis que salía el litro más económico. De hecho, consideré ir al Lidl a comprar güisqui del barato para repostar. No te diré que del de Queen Marguerite, que ese es del caro a 3 euros el litro y todavía no estamos en Navidad. Pero del de Infanta Manoli, sí. Que sale como a 1,10 el litro. Yo es que soy de natural modesto y espartano. Pero al final no me atreví, porque con mi suerte fijo que me para la Meretérita, le hacen la prueba de anorgasmia al coche, y da positivo. Y eso no baja de 300 leuros, primos.

Al final eché gasoil, pero ¡OJO! Lo había «Excellent» y «Excellent Plus». Este último, un centimazo más caro el litro. Se conoce que por el «Plus». Normal, hay que amortizar la pegatina, que es más grande pa que quepa el plus. ¡PUES ECHÉ DE ESE! En plan: «coge mi puto dinero y échame bencina de la cara, mozo. ¡Será por cuartos!»

Pero el drama real fue cuando, tras llenar el depósito hasta los topes, ahí a rebosar de plus, comprobé con horror que ya no se encendía la luz de reserva. Y quedé con gran inquietud, y turbóseme el alma, pensando que tal vez aquella reserva en forma de luz roja, habría sido la verdadera Reserva Espiritual de Occidente. Al coche, por el contrario, turbósele el turbodiésel. Cosa, por otra parte, harto coherente.

Pero jamás lo sabré. Hasta dentro de 15 días que tendré que echarle alpiste otra vez ar hioputa del utilitario. ¿Habremos salido de la crisis para entonces? Como resulte que era la Reserva Espiritual de Occidente, sus vais a cagar.

Porca miseria…