Como decía la ilustre politóloga y filósofa Marie Brizard Güayominí, «Se me va a empoderar tóa la mano abierta, que te dejo el jeto en negativo, que eso no lo revela ni Rappel». Esta famosa alocución, que empleaba con profusión la ilustre mujer en la cola la charcutería cuando alguna señora que iba con prisa intentaba una maniobra de colamiento, ha pasado a los anales de la historia como el más brillante compendio de sororidad autoritaria, lucha contra el abuso, y defensa de los intereses individuales de la persona humana que tiene prisa, pero se jode y espera la cola igual.

Porque el mundo, sin patatas fritas, tirafondos del 8 y gente provista de morrete abundante, se vendría abajo. Es algo fácilmente comprobable. Basta con comprobarlo, y ya queda comprobao.

Dentro del mundo morramen infinito, me apasionan quienes practican, por ejemplo, el noble arte de ir a la sección de panadería e ir pellizcando de manera inmisericorde todos los cuernetes del pan. Lo que es el el cujcurro, que como todo el mundo sabe es lo más aprovechable, y sirve para alimentarse de la que vas a casa. Que ves ahí el extremo de la barra asomando y no te puedes de resistir. Mediante una depurada técnica de pellizcamiento, retiras la parte proximal de la barrapán, y te la vas comiendo por la calle dejándote las miguillas por la pechera, no sea que te vaya a dar una pájara y no te clasifiques en la carrera hacia el portal. A la puerta del portal, tenemos un mecanismo biológico que excita las terminaciones nerviosas de las extremidades superiores, y nos sacudimos la pecherilla de todo el migamen. Por eso en la puerta de los portales siempre hay palomas poniéndose ciegas de migapán pecheril.

Yo no sé por qué no le pintan al pan una rayica de esas de:

——————Pellizque el cujcurro por la línea de puntos

De hecho, los de nivel más pro, tienen la capacidad de cascar todos los cuscurros por el extremo distal y proximal, y no descansan hasta que quede sólo una barra, y dicen: ¡ESTA, ESTA ES LA BUENA! Coño, y esa justamente no la cascan y es la que se llevan.

Tengo visto a una señora cascar hasta el cuscurro del pan Bimbo, o incluso el de las hogazas, que tiene mucho mérito porque esas tienen un tipo de cuscurro que en física se denomina: «Cuscurro circular continuo de Patterson», que te pones ahí a cascar el cuscurro, que eso da pa mucho, como el plastiquillo de burbujas, que te da depresión cuando ya no quedan burbujas que cascar.

Por eso, amigos cascadores de cuscurros, desconozco cuál es la finalidad última de dicha cascación, pero no lo hagáis, que eso es hacer sufrir tontamente a la humanidad y al pan, y en el camino de vuelta a casa, nos da la pájara por falta de integridad del cujcurro.

¡Hala, un cujcurro sin estrenar! ¡Crack!.