Este año, nuestro calendario de Adviento es de Nestlé. Pero podría ser de Marcial Pachón, Derivados del Alcornoque S L.
Cada día abres una portañica de cartón del malo que se escaralla todo y, no sin cierto esfuerzo, desincrustas de dentro una mierda amorfa de corcho aliñao con sacarina. Ahí, empezando el día con ilusión a tope.
Hoy toca un bodrio con presunta forma de caballito-balancín, pero también podría ser un bazo recién extirpado o lo que sobra después de operarse de apendicitis. Pongo un euro al lado para poder apreciar las generosas proporciones. Porque con una moneda de dos, ya ni se veía.
¿Dónde quedó la ilusión por saber si te iba a tocar un praliné, uno trufado, o tal vez uno relleno de mazapán toscano? Esta mierda es todos los días lo mismo. Lo único que va cambiando es la forma totalmente caprichosa ideada por el mismo que inventó el tapón de plástico pegao a la botella.
Chocolate con lecheee
¡Nestléeee, extrafiino!
Un gran vaso de corcho
¡En caaada tableta!
«Extrafino», dice er hioputa. ¡Sinvergüenza! ¡Abusador! ¡Mequetrefe! ¡QUE VENGAN LOS GEOS ANTI CALENDARIOS DE ADVIENTO MIERDER!
¡PERO AL MENOS RELLÉNALO CON COSAS COMESTIBLES, ATONTAO!
El año que viene me compro uno de corchopán relleno de lejía Conejo, que pal caso…
