Te vas a ir de un sitio en el que te encontraste el WC ocupado unas tres veces seguidas a lo largo de la mañana. Pero eres un marine de la micción, y si es preciso te aguantas otra media hora más.

Coges la moto, y como tienes que parar a comprar unas cosillas, te dices a ti mismo que ya si eso miccionas en el WC del supermarket.

Por el camino, TODOS los semáforos están cerradísimos y tardan mucho en abrir. Maldices haberte tomado el café.

En cada paso de peatones que te topas, por alguna razón, cruza el Frente de Juventudes en pleno, una excursión de infantes y dos congresos de urólogos. Maldices haber ingerido cualquier clase de líquido a lo largo de tu vida.

Te toca delante el que solo sube el motor del coche de las 900 vueltas cuando va a pasar la ITV, y eso porque el mecánico lo expulsa del vehículo y mete la bota hasta el fondo para medir los humos y los enguarrinantes en general. A esa velocidad no carga la batería, caballero. De hecho no carga ni el Tamagotchi. Pise un poco más, haga er favó. Te dan ganas de azotar la moto contra la acera y arrimarte a una farola. Pero tienes una reputación que mantener. Muy mala. Pero tienes que mantenerla. Ya empiezas a recitar mantras que no resultan eficaces en exceso (OMMMMMMMM…) Igual es porque no tengo a mano el incienso. De hecho mi moto no tiene portainciensos. Debe ser por eso. Muy mal. Nota: comprar en Aliexpress un portainciensos para moto.

Por lo visto, en TODOS los pasos de peatones celebran el Carmín de la Pola y cruzan tres o cuatro multitudes en cada uno. Valoras la posibilidad de mear en el depósito.

Al fin llegas al parking del supermarket. Tu cerebro lo sabe y el muy cabronaso empieza a pensar en dar la orden de abrir válvulas. No pasa nada. Eres un fucking marine.

Te cruzas por el pasillo con la persona que acaba de fregar el WC. Temes lo peor. Efectivamente, ha cerrao con llave pa que no le pisen lo fregao.

A la mierda. Haces la compra porque ya que estás allí y no puedes hacer pis, pues haces la compra. Por hacer algo. Te dan ganas de echar la puerta abajo de un patadón para darte el gusto de pisar lo fregao. Y, ya de paso, mear. Vas caminando por el Mercadona como Chiquito de la Calzada. Te planteas decirle a la cajera «fistro, apitijander y gromenagüer ejandemore». Por coherencia y pa disimular un poco.

La vejiga ya te está mandando un burofax con el último aviso. Sales del Mercadona sin tener claro si te dejaste la cartera, si llevas la compra, y si lo que estás viviendo es real. La moto se mueve, pero ni siquiera soy consciente de haberla arrancao. Me da igual todo.

Salgo del parking. Paro delante del primer chigre que pillo. Entro a la carrera. Pido una caña, pero llego al WC antes que el sonido de mi voz a la camarera. Una cosa acojonante. No sabía que podía correr tanto.

Finalmente todo quedó resuelto sin tener que lamentar daños personales ni nada. Y de otra manera, la familia bien. Gracias.

¿Vosotros qué tal?