Me fascina la cantidad de videos que hay en la Internete, que te enseñan técnicas para sentirte en total plenitud. «Total plenitud» quiere decir que no te duela na, ni tengas que decir «¡Aaay, qué coño!» cada vez que te sientas o «¡Gonsumaaadre!» llevándote las manos a la riñoñada cada vez que te levantas del sofá.
Se trata de videotutoriales que insisten en lo importante que es que hagas una serie de cosas muy sencillas TODOS LOS DÍAS ¡Y EN TAN SOLO DOS MINUTOS! Y si lo haces, según parece, tu vida va a ser un perpetuo orgasmo y la plenitud te va a rebosar por las orejas como la salsorra del Doner Kebab al pegarle un bocao. Luego ya ves que el truco está en que hay que hacerlo dos minutos con cada cosa de la anatomía que por lo general se tiene por duplicado. Ya empezamos con la letra pequeña. A ver, ESO YA SON CUATRO MINUTOS, AMIGO.
Veamos algunos ejemplos:
-Frotarte la almohadilla del dedo gordo de cada mano con el pulgar de la otra mano durante dos minutos. Esto debe ser porque frotarte la almohadilla del dedo gordo con ese mismo dedo gordo entraña cierta dificultad si no eres contorsionista en el Circo del Sol o carterista en el Metro.
-Presionar con firmeza, pero sin pasarse, el borde de la falangeta del índice de cada mano. Por lo que sea. Mira bien el video para acordarte por qué orden iba lo de la falange, falangina y falangeta ( y de las JONS). Porque eso lo estudiaste cuando Naranjito iba a párvulos y son conocimientos que si no se refrescan se les van las vitaminas.
-Rotación lateral del cuello mientras inspiras hacia un lado y espiras hacia el otro. Se conoce que esto es para que no se te olvide respirar los cuatro minutos que dura el ejercicio. Por eso las motosierras traen instrucciones donde se indica que no conviene poner la lengua en la cadena mientras está en movimiento.
-Masajearse el colodrillo en sentido contrario a las agujas del reloj. Y luego en el sentido de las agujas del reloj. Se conoce que es pa compensar y que no te quede el colodrillo en espiral.
-Inspirar con el orificio nasal izquierdo mientras
exhalas por el derecho a la vez que recitas la lista de los reyes godos en euskera.
-Sin camiseta, levantar repetidamente los brazos para que hagan ventosa los sobacos y poder tocar con ellos La Marsellesa pero en versión cumbia. Si se hace en pareja, siempre que la pareja tenga también dos sobacos, podréis tocar La Marsellesa a cuatro voces, que eso es una cosa que tiene que dar gusto verla.
Así, echando cálculos, y considerando las horas de trabajo, sueño, ocio, hacer la compra, cotillear las redes sociales y hacer la digestión, con días de 2931 horas ya te llega.
Porque como dijo el maestro Ketepeten Elorto:
«El que no esté en plenitud, es un cara pijo y que vaya a rañala por ahí. Haber mirao los vídeos de Yutuf».
Atiende lo bien que se queda Kinyonún después de frotarse el dedo corazón dos minutejos. Eso es plenitud, y lo demás pamplinas.