A mí me parece mal que nadie se pregunte qué se esconde tras esas personas que igual echan el día entero anunciando en Feisbus e Instajrán que «hoy no publico nada porque estoy sin Internet».

Que dan ganas de decirle: «eso es metafísicamente imposible, oigue usté».

Claro, porque entonces ¿Cómo ha hecho pa poner eso en un sitio de internet si no tiene conexión a Internet? ¿Lo ha mandao por Correos? ¿Usando la catenaria del AVE? ¿Con la Minipimer? ¿Con una ouija que regalaba la revista Pronto para contactar con el callista emérito de Marujita Díaz?

Yo veo ahí cosas muy inquietantes. Como aquella señora que se hacía un lío con el selular y pensaba que todo era «Gogle». Sus estados eran rollo «saber si al final a la Paqui se la ha pegao el marido con la charcutera» o «cuando dejes de fuchingar con el marido de Paqui, ponme un cuarto de jamonyor del de oferta, vida». La pobre compartía en su muro publicaciones del club de fans de Florinda Chico y escribía encima: «Buenas tardes ¿Hacen envíos? Mándenme lista de precios, por favor». Y les ponía corazones con brilli brilli a los estafadores que le ofrecían préstamos para, acto seguido, preguntarles si tenían lista de precios y hacían envíos.

Nota: no intentéis jamás explicarle a alguien que el selular no es la respuesta a todas las preguntas y que cada aplicación vale para una cosa diferente, porque os preguntará si hacéis envíos y tenéis lista de precios, y si conocéis a uno de Sama que lleva camiseta amarilla. El que iba con su hermano a la misma escuela. En 1949. También quería aprovechar para contar un microrrelato de terror: hay personas que votan.

Pues nada, que todo muy bien. Por cierto, hoy no voy a poner nada porque estoy sin Interné.