Capítulo 1 – Te amo, pero desde que me chocaste el carro, menos
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(Introducción. Señor con bigote y pelazo, de traje blanco, zapatos blancos, calcetines blancos, corbata naranja, y dentadura. Naranja también. Está debajo de una farola de cartón piedra blanca, junto a un banco blanco. Aquello parece Corrupción en Miami o la casa de un traficante de algo, pero sin doraos y con pocos medios)
🎶🎶🎶Esa chama es míaaaa
Sólo, sólo míaaaaa🎶🎶🎶
🎶🎶🎶Desde que la conosíiiiiiii
Láaaastima que no opinó iguaaaaal🎶🎶🎶
Cuaaaaando me conosió a míiiiiiiii🎶🎶🎶
(estribillo)
¡Amanda Patrisiaaaaaaa! 🎶🎶🎶
Te amo Amanda Patrisiaaaa
🎶🎶🎶Y amándote viviréeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
(cof, cof, cof…)
y por eso me empapisooooooooooo
Caaaaaannntaaaaaaaannndooootéeeeeeeeeeeee
(COF, COF COF…GRRRRRRRPTUÁ)
Algún día me amarás
A mi amor corresponderáaaaaas
¡AMANDA PATRIIIIIIISIAAAAAAAAA….
No llames más mi amor. No llames más mi amooooorrrrrrr…
(se abraza a la farola románticamente)
…Aaaaaa laaa pooooliiiiiiiiiiisiaaaaaaaaaaaa
CHAAAN CHAAAAAN CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN!!!!
¡¡¡PATABÚM!!! (a la mierda la farola. Las producciones baratas es lo que tienen. Pa que los animalistas no sufran, ningún señor hortera sufrió daños en esta introducsión)
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– ¡Amanda Patrisia! ¡Al fin vino! Llevo esperándola acá por horas y horas mi amor.
-Ya déeeeeheme lisensiaaaado. Yo no lo aaaaamo
-Tú sí me amas, mi amor. Lo que ocurre es que aún no lo sabes condisionada como estás por tus muchos dones.
-¡Ah pues! ¿Se puede saber qué dones son eeeeesos? (mirada coqueta)
-Por sus cabellos de oro y lo exiguo de su intelecto, mi amol. Pero todo ello queda eclipsado por esa bellesa infinita, por esa sinturita finita y por ese… por esas… y por lo que no tiene finito ¡Mamasota!
-¡Ay que liiiindo! No entendí nada, pero sonó muy chévere
-¿Sierto, mi amor? Sabía que a pesar de ser rubia y medio imbésil usted iba a comprender que me ama ¡Qué rica está usted AMORSOTE!
– Usted es bien sinvergonsón, lisensiado. No sé si tal ves yo pueda amarlo algún día (mirada croqueta)
-De repente me entró como hambre. Debe ser por esa mirada tan croqueta. ¡La invito a senar en un lugar íntimo que conosco acá mismo! ¡Casi ni se nota que es una gasolinera!
-¡Ay, pues yo le asepto la invitasión, lisensiado Argimiro José!
-Pero antes quiero entregarle este presente con todo mi corasón.
-¡Ay mi amor! ¡Qué llaves tan chéveres! ¡Graaaaasias!
-Pero ese no es el presente, mi amor. Lo que pasa es que el presente no está presente acá mismo y por eso no puede presensiarlo aún. Lo tengo acá mismo aparcado a dos cuadras.
-¡Sielos! ¿Qué será? ¡Ay que neeeervios mi amor!
(se desplasan a dos cuadras porque allá no había sona asul)
-¡Ay mi amoooor! ¡Unas llaves y un carro! ¡Qué hermosos regalos!
-Entre al carro, mi amor. Manehe usted hasta la gasolinera. Norberto nos cantará unos joropos bien románticos mientras toca el arpa, el cuatro y las maracas. Con lo que le queda libre toca el tambor. Toca como los mismos ánheles. Como los mismos ánheles del infierno. ¡Qué mal toca el caezagüevo!
BOOOOOOOOM… CLON clon clon….¡POF!
-¡Ay lisensiado, usted me tiene que disculpaaaar! Ya cuando me saque la lisensia de manehar, seguro que lo hago mehoooor…
-¡Era un carro importado! ¡Un Seat Panda casi nuevo, mi amor!
– ¡Ay que liiindo! ¡Trae acá en el suelo un espehito para retocarme el make up!
-Era el retrovisor. Pero yo la sigo amando igual. Bueno, tantito menos, pero ya se me pasa ¡Señora, tenga la bondad de salirse de debaho del auto, no la vayamos a lastimar! Más aún…
-¡Ay mihito! No se me preocuuuupe que apenas me lastimé. Aún me queda la otra pierna pues. ¡Bendisioooones!
——————(Continuará)——————–
¡Amanda Patrisiaaaaaaa!
Te amo Amanda Patrisiaaaa
Y amándote esperaréeeeeeeeeeeeee…
Ya tú sabes que no mientooooooooo
Acá espero en soledaaaaad
a que llegue ya el momeeeeento…
De resibir la ordeeeeeen…
deaaaaaa leeee jaaaaaa mieeeeeeeeentoooooooooooooo!