-¡Compañeres! ¡Vecines todes! Me asomo al balcón a pegar berridos como un trastornao para anunciar que desde la Asociación Nacional de Indolentes y Desganaos, querríamos lanzar un mensaje, a pesar de que nos da una pereza muy tocha. Iba a lanzar dicho mensaje ayer, pero me dio mucha bajona y en su lugar me abrí la última bolsa de Doritos, que pa mí que estaban caducaos porque sabían raro y traían de regalo un cromo de Naranjito.
A lo que iba, que luego me voy por los Cerros de Úbeda y eso queda en casa Dios y luego a ver quién me trae de vuelta ¡Boh! ¡No quiero ni pensarlo!:
A las ocho, si tal, o no, eso como vayamos viendo, todos al balcón a no hacer ná en sodilari… solirari… sondilandirdad… pa apoyar a los que semos mayormente vagos y nos da todo una pereza de la hostia.
-Yo saldría, pero es que no me sale del entrepato ni tengo yo arte pa ná…
-¡Pero si ya estás en el balcón, gilipollas!
-Es que salí el primer día a echar un cigarro y ya, pues dije: me quedo. Por la noche refresca que te cagas, que me se pone la nariz negra y tó. Pero por no entrar a coger una rebequita…
-¡Yo quiero apuntarme a la asociación!
-¡Pos vete a nuestra página gües, y ahí lo tienes tó!
-Vale ¿Cómo se llama la página güés?
-¡No tenemos! ¡Eso lo vas dejando, y un día por otro…!
-¿Cuánto se paga de cuota anual?
-¡Yo qué sé! ¡Lo que te salga’l culo! A mí no me líes…
-¡Pos entonces ni me apunto ni ná!
-¡PRESIDEN-TE! ¡PRESIDEN-TE!
-¡Uffffff! ¡Qué flojera me está entrando!
-Yo lo que no acabo de entender, es por qué tenemos tres socios ná más.
-¡Qué sé yo! ¡La peña que pasa de tó!
-¡ME ABURROOOOO!
-¡Pos lee un libro!
-No, que eso pesa que te cagas. El lunes lo intenté con el libraco ese que salen elfos, y hobbits y no sé cuántas movidas multiculturales más, y sufrí un terrible desprendimiento de muñeca.
-Pos ves una peli en el Netflix
-¡Imposible! ¡Me he quedao sin batería, y el cargador lo tengo en el cajón de la mesita!
-Joer, el Paco. ¡Vaya putada, primo! Hay que ayudarlo. ¡Que alguien llame a la UME, o al SAMUR o algo pa que lo socorran!
-¡Hostia, qué perezón me da llamar!
-¡El pobre Paco. está perdío!
-No podemos hacer ná, compañeros ¡Paco, aguanta!
-No, si yo me voy apañando. Bien a gustico que estoy aquí tirao.
-¡Se siente! ¡Se siente! ¡Paco saxofón!
-¡Joder, tío! ¡Que dejes ya la poesía, que no se te da!
-¡Qué pereza tó!