Estudios recientes demuestran que si estás en un atasco de tráfico mú grande y pitas como un puto trastornao hasta que te salga callo en el dedo de pitar, sales del atasco ipso facto y te dan bola extra. Hay casos contrastaos de esta técnica. Por ejemplo, en 1939 Hitler invadió Polonia que aquello daba gloria verlo, gracias a las claras instrucciones que le dio a su Estado Mayor:

«ACHTUNG! EINE GRÖSSEN KLAXON PITENHEIM POLAKEN A LO FATEN AHÍ COMO PUTOS JEFES, VERÁS QUÉ RISOTEN!!!!! ¡HOSTIEN!» ( Adolf Hitler, 1939)

(vosotros entráis ahí con tóa la tancada pitando to’l rato, que se van a cagar esos polacos).

Y por eso en los atascos hay que pitar como si fuera gratis, y luego ya invades Polonia como una persona mayor.