Amigos fabricantes de tonos y notificaciones para el celular: ¿en qué carallo estáis pensando? ¿Qué mierda es esta?
Lo de llamar a las melodías con esos nombres moñas es una absoluta falta de contacto con la realidad de la ciudadanía: «Infancia», «Junto al lago», «Purpurina pa mi higo» «Guachi pusti»… Pero ¿qué os pasa, ho? Vamos a ver: ¿tan difícil es?
Agarras, y les pones a las melodías y soniquetes nombres más acordes con lo que es el mundo real.
Ejemplos:
-Qué coño querrá ahora
-La puta hora de levantarse-
Ya está la petarda con sus dramas
-Home, no me jodas
-A quién maté yo
-Asesinatu nel sindicatu
-El mongorolo
-Llama, llama, que nun descuelgo ni cobrando
-Dioses, arrebatadme la vida
-El día que te di mi número taba mejor podando baobabs con una cucharilla
-¡Que me dejes ya con el coñazo de tu ex!
Y todo un mundo de posibilidades mucho más acordes con el humano medio. ¡Home, no me jodas!
«Vistas de la feria»…Yo así no puedo…