Imagínate que lo primero que te mandan por la mañana es un videoclís que en sí mismo es un canto al horterismo más extremo y radical. De esos que sale gente con traje blanco y gorra de capitán de barco. Y foulard rojo hasta los tobillos. Y ZAPATOS DE TAFILETE BLANCO. Bueno, más o menos en ese plan. Igual estoy adornándolo más de la cuenta. No. En serio: ¿ES NECESARIA TANTA VIOLENCIA? ¿ESTO ES NECESARIO, HOMBREDEDIÓ?

Tras analizar detenidamente los 10 primeros segundos del chou, concluyó que es totalmente en serio. Lo cual es gravísimo. Porque una parodia cutre hecha en serio es una cosa que atenta contra los derechos humanos de las personas. Eso lo pone en la convención de Ginebra, y en las instrucciones pa montar el bidet de Ikea.

Luego ha habido investigaciones un poco más profundas, y observo que Paco Porras o Tony Genil son referentes artísticos de primer orden, lo cual explica la razón de que entre los proyectos principales del artixta del espeztáculo haya homenajes a Gezulín y la Campanario, o a la Princesa del Pueblo. Tócate los güevos.

No. En serio: agradezco mucho que hagan promoción de sus hipermierdas artísticas de gore extremo. Pero ya si eso en otra vida, hombre. Que esta la tengo ya algo gastá y pocha, y me sube la tensión y los triglicéridos a lo monguer, y no es plan.

Un poco de misericordia, haerfavó…

 

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