No es por ser agorero, amiguis. Pero poco se habla del asunto del apagón eléctrico. O sea, hablar se habla mucho, pero no de lo verdaderamente mollar del tema. A los de a pie nos la trae flojeras la inflación del voltio, la deflación del Watio o los sistemas de cogeneración subjetiva sostenible gromenagüer full HD on the rocks. Lo que nos importa es saber que pagamos una huevera enterita y parte de la otra por poner a cargar el satisfayer y/o el esmarfón. El porqué, no lo entiende ni Yisuscraist, pero eso es otro tema
En un nivel más profundo, se encuentran otras cuestiones que sí son de interés pero de las que los medios de la prensita cobarde y de la otra, no dicen ni pío, ni muuu, ni cuac.
Verbigracia:
-Antes, había cocinas de gas de un fistro, de dos, de tres, de cuatro… Por ejemplo, en una cocina de cuatro fistros se podían poner simultáneamente hasta cuatro aperos de cocinar. A los fistros de la cocina de gas los llamábamos «fogones» por una cuestión simplísima: echaban fuego. Los antiguos no se andaban con mierdas para el tema del naming. Ahora tenemos placas de inducción que hacen su magia inductando energías cósmicas en la culera de las potas, ollas, cazos y ¡Chas! Se te hace el pote de berzas. Por más que digan los negacionistas de la inducción que eso no existe y que la inducción enfría más que calienta, ni caso.
El problema REAL es que nuestros platos tradicionales ya no se hacen «a fuego lento». Si acaso, se harán «a inductancia lenta», o como se diga. Pero esto nadie lo aclara. Es más: ¿Cómo se llaman los fistros de la placa de inducción? Fogones no puede ser. No hay fuego. ¿Son «inductones»? ¿Inductantes?
-¡Cari! ¡Quita el cazo del inductón, que me se pegan los espaguetises.
A mí me suena como el orto. Alguien tiene que resolver esta cuestión lingüística, que sí que es urgente. Es como lo de «tirar de la cadena». ¿De qué cadena, si es un botón? ¡QUE ALGUIEN HAGA ALGO! ¡DEJÁOS DE MIERDAS IDEOLÓGICAS Y RESOLVED ESTAS CUESTIONES DE PRIMER ORDEN!
Hablando de esto último, los snobs que tenéis inodoros de estos que hablan, te ponen música motivadora de Paquirrín (por lo de que da ganas de defecar), o te chorrean, secan, engrasan y abrillantan el ojal al finiquitar la transacción, ¿cómo lo vais a hacer cuando ocurra el apagón? Verás qué risas cuando no funcione la bomba arrastrañordos. Lo siento, pero el viejo truco de ir con el cubo de fregar llenito y verterlo para resolver el estropicio, no sirve. Claro, porque le mojáis el disco duro al inodoro y se estropia. Que ya os veía venir a dar soluciones fáciles ¡Listillos!
Lo que nos importa de verdad, es que se hagan videotutoriales de esos que empiezan así: «Hola amigos ¿Cómo están? Un gusto verlos de nuevo. Acá les traigo otro video que espero lo disfruten y le den like, fake, mouth & jander y lo compartan nomás con sus compadres y sus conmadres.»
¿Qué temas se han de tratar en estos videotutoriales? Pos está clarísimo: cómo adaptar tu placa de inducción o tu microondas para que funcionen con leña, cómo hacer astillas las puertas de casa para alimentar el microondas…
Asunto lavadora: el señor de Bricomanía de Quito nos explica cómo hacer una manivela para darle vueltas al bombo. Adicionalmente, el José Luis Moreno de Tamaulipas nos enseña a hacer el ruido de la lavadora mientras centrifugas a manivela. Por la cosa de la nostalgia y el realismo:
-…y nomás jalan del manubrio así como fuertote, y le dan más vueltas que Marco Parrales buscando a su mamá, y entonses hasen así: «gñññññshuiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii» ¡Y nomás les va a pareser una lavada padrísima como las de antes, mamalones! ¡YIAHAHAIIIIIIIIIi!
También estaría guay hacer seminarios explicando si son mejores las astillas de la estantería Jäfta o las de la mesa Pëne. Lo veo: «Estantería Jäfta vs. Mesa Pëne: un mundo de calorías para alimentar tu placa de inducción».
En el próximo tutorial os enseño cómo adaptar el satisfayer para que vaya con las pilas del mando de la tele.
