A ver, no hay que alarmarse: en el Mercadona todavía tienen mascarillas. De pepino, de aloe vera, de carbón activo, de carbón vago, y de esas de Piling (de Miling no quedaban). Aquí, si hay que dejar de pagar la suscripción al Marca y echar el cierre, que sea con el cutis que da gloria verlo.

El liquidete ese de esterilizarse las manos no queda. Pero queda jabón de manos, lejía Bosque Verde, y aguafuerte Puto Secarral. Para la higiene bucal un trago de ginebra Hacendeitor de la de a 3 euros la garrafa, y andando. Mano de santo o de santa.

Que el Armagedón nos coja bellos y fermosos, con las manazas estériles y las fauces impolutas ¡Pardiez!

También me han dicho que si al hacer los espaguetis carbonara, que como todo el mundo sabe ahora es actividad de alto riesgo, recitas estos versos mágicos, te quedas protegido del tó:

«¡Eco!
Cuando arrive a casa
merece un premio.
¡Nescafé Capuccino!
¡Cremoso! ¡Delicioso!
¡Caprone! ¡Va fa in culo!
¡La merda dil coronavirello!
¡Porca miseria ya, joder!»·

Y te quedas emprotegío del tó pa lo que queda de día.

Compártelo con 10 contactos mientras levitas a la pata coja antes de que lo censure la Gestapo del Feisbuk. Katrina Karapova no lo compartió y le salieron sabañones en el páncreas. Genciano Luis Morcón Povedilla tampoco lo compartió y siguió llamándose así el resto de sus días y por eso no machihembró ni una sola vez, yéndose mocito a la tumba.

Avisaos quedáis.