Una de las ventajas de haber sido padres muy jóvenes, es que ciertas cosas te llegan también cuando todavía sigues dentro de una más que razonable juventud. Pero habiendo recorrido ya un camino que, normalmente, no tocaría transitar hasta dentro de unos cuantos años.
El sábado pasado fue, con diferencia, el día más emocionante de nuestra vida. Vamos a necesitar un tiempo para integrarlo todo, porque es humanamente imposible acoger a la vez tantas emociones. Ahora, tenemos una nueva canción de nuestra vida, una colección de recuerdos que nos va a acompañar hasta el fin de nuestros días, y una carta donde, en unas pocas líneas, nos hacen el regalo de saber que algo hemos hecho muy bien durante estos últimos 33 años. Aunque esto último ya lo intuíamos al ver este sábado así de felices a nuestro hijo Isma, a su hermana Sara y a nuestra otra Sara, la hija riojana que la vida nos regala.
Ahora, con ellos y junto al resto de nuestra familia asturiana y nuestra nueva familia riojana, toca recibir con gratitud todo lo que la vida nos siga regalando.
Gracias a nuestro Isma y nuestras dos Saras. Hacéis que todo, absolutamente todo, haya merecido la pena. Buen camino y larga vida. Somos muy afortunados y siempre estaremos para vosotros. Gracias por un día inolvidable.
«Estos son los buenos tiempos.
Así que echa un buen vistazo a tu alrededor.
Puede que no lo sepas ahora,
pero lo vas a echar de menos»
(Trace Adkins- You’re Gonna Miss This)