-Naces.

-Compras un coso nuevo para la mopa para mientras se lava el coso viejo de la mopa.

-El coso nuevo suelta bolas de su propia pelusa como si no hubiera un mañana.

-Pones el coso viejo de la mopa para recoger las pelusas del coso nuevo, que vas a lavar para que deje de soltar pelusa. Coño ya.

-Para cuando el coso nuevo deja de soltar pelusa ya se hace necesario comprar otro coso nuevo, pasando el hasta ahora conocido como «coso nuevo» a ser el coso viejo.

-Llegas a la senectud sabiendo que todo se habría evitado usando la aspiradora (li ispiridiri, mimimimimi). Pero es que da una pereza de la hostia.

-Te dicen que hay un truco infalible para evitar el tema de la pelusa en los cosos nuevos. Por si ya te daba poca pereza el truco, te la da también el donante del mismo. Lo bloqueas por estomagante.

-Mueres y te entierran con el coso nuevo de la mopa, que te pone el tapizao del féretro lleno de bolas de pelusa. Qué desgracia de vida, coño.